Tras el accidente con pirotecnia que se suscitó en la comunidad Fuentezuelas del municipio de Tequisquiapan en días pasados, el obispo de la Diócesis de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez, señaló que el uso de fuegos artificiales es algo que no puede prohibir la iglesia, pues forma parte de las tradiciones de cada lugar.
Indicó que se trata de un tema que toca mucho la sensibilidad de la vida popular de un pueblo, y ante esto, expresó que lo que se tiene que privilegiar es el diálogo entre autoridades y comunidades para el control y uso de la pirotecnia, como ejemplo resaltó el actuar de la Sedena cuando se queman castillos, actos en los que hasta el momento no se han tenido problemas.
«Nadie puede prohibir este tipo de tradiciones que se tienen arraigadas en un pueblo a lo largo de siglos, y a mí me parece que lo que ha hecho Sedena cuando se va a quemar un castillo es hacer presencia y revisión, y en ese sentido con castillos no ha habido ningún problema, lo que se tiene que revisar y controlar es la cantidad de pólvora y el uso de la pólvora, porque creo que llevar toneladas a una comunidad, eso no es conveniente por la seguridad del pueblo», apuntó.
Reiteró que el diálogo debe ser lo más importante, incluso si de manera radical se tiene la intención de prohibir la pirotecnia. Por el momento subrayó que lo que se tiene que controlar son las grandes cantidades de pólvora que llegan a las comunidades.
Durante la misa dominical que celebró a las mujeres embarazadas, el obispo dedicó una oración especial para ellas y también para las que no han podido concebir.
En la homilía, instó a aprovechar el Adviento para convertirse, cambiar de dirección y tomar el camino de la solidaridad y sobriedad, valores imprescindibles de una existencia plenamente humana y cristiana. «Convertirse en lo concreto», puntualizó.
Por: Iraí Silva
