lunes, mayo 6, 2024
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Force Fest, pantano metalero

Lo que todos temían que llegara a suceder en el Force Fest, pasó. La lluvia alzó la mano desde temprano en la tierra de los dioses y cambió el día.

El primer trago amargo fue la cancelación de Devildriver. Después, el lodazal. Las bandas dieron todo lo que tenían, fueron bestiales, pero no pudieron contrarrestar los efectos del terreno, que acercaban al Force a la experiencia del Wacken Open Air, pero sólo en cuestión del pantanal, el resto dejó mucho que desear.

El sistema cashless (pulsera de pago digital) colapsó y no quedó de otra más que comenzar a cobrar con efectivo. Como sea, para cuando el punk se adueñó del escenario alternativo, muchos encontraron la manera de sobrevivir al no poder comprar ni usar el dinero que cargaron en sus brazaletes.

Emery tocaba Walls y la lluvia volvía a aparecer. Hasta este momento, las playeras negras se escondieron y los impermeables ya dominaban el atuendo rudo del festival.

Filas largas para poder comer. De hasta una hora, así que varios preferían aguantarse el hambre y ver a Comeback Kid, un grupo de hardcore punk que jamás decepciona.

Desafortunadamente, por más que los metalheads querían dedicarse a ver el festival, las malas noticias aparecían en forma de notificaciones en el celular.

Lamb of God y Senses Fail cancelaron su participación del domingo argumentando problemas contractuales.

La gente resbalaba en los hoyos. Se supone que el sitio es un campo de golf, cuyo terreno quedó deshecho ya entrada la noche con System of a Down. Así que los golfistas que se supone practican allí deberían ir buscando otro lugar.

Nadie se fue, todos se quedaron a ver a System, porque tocaron todas las rolas de antaño, incluida la impronunciable letra de Chop Suey. Ni siquiera se podían sentar por el terreno, devastados los chicos, no les quedó de otra más que sacar el resto de ira con el grupo. Prison Song, B.Y.O.B., Aerials, Psycho. Fue un conciertazo el que estaban dando, y vaya que merecido por lo que estaba por vivir la gente.

Hasta dos horas se tardaban en salir. Fue un suplicio. De acuerdo con redes sociales, había gente que a las 6:00 de la mañana pudo abandonar el terreno, a escasas horas de arrancar la última jornada.

Fuente: Excélsior

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