Fernando Barrientos secuestra, tortura y asesina, y aún así quiere ser el próximo Presidente de México. Tiene más de 25 años de servicio a su país, llevando a cabo el trabajo sucio de la élite política. El comandante Barrientos, actualmente jefe de la Dirección Nacional de Seguridad, se dirige hacia el asiento más poderoso del país.
Inspirado en el capitán Fernando Gutiérrez Barrios, director de la Dirección Federal de Seguridad de 1965 a 1970, es que Daniel Giménez Cacho se adentra en su piel para revelar los tejes y manejes en torno a la sucesión presidencial de México de aquella época, a 50 años de los sucesos ocurridos el 2 de octubre en Tlatelolco, en la serie Un extraño enemigo, de Amazon Prime Video.
“La perspectiva es algo que yo no tenía tan presente. El 68 era para mí un acto de represión autoritaria de un evento y la serie aborda la sucesión presidencial y cómo el movimiento fue usado para el golpeteo interno, a quién le convenía. Se dice que hubo provocaciones, sembrando bombas, generando un clima de caos, para hacer sentir una gran amenaza.
“Pero para mí es un punto de vista nuevo. Falta mucho por saber históricamente. (Vicente) Fox nos prometió y no cumplió, y no sólo por el castigo a los culpables, sino saber qué pasó y seguimos sin saber, por ello hay mucha especulación, coincidencia de especulaciones”, dijo el actor en el set de grabaciones durante una visita a la que acudió Excélsior.
De acuerdo con Cacho, la serie, que se estrena el 2 de octubre, no es un retrato fiel de los eventos ocurridos durante el movimiento estudiantil y años posteriores, sino una idea de cómo es que algunos llegan al poder.
“Mi personaje está inspirado en el que fue el director general de la Dirección de Seguridad. No se trata de hacer un retrato de él, está lleno de cosas inventadas, no es que nos escondamos porque nos da miedo (risas). No era ese el asunto, pero bueno, él tiene otra familia fuera del matrimonio, para tener una libertad narrativa y conservar la figura de un jefe de seguridad que está espiando a todo el mundo y esa es su herramienta.
“Lo que sí estamos afirmando, porque está comprobado, es que la Dirección Federal de Seguridad era en realidad una institución política para eliminar adversarios y luego cayó en un descrédito por el narcotráfico y se cerró con (el expresidente Miguel) De la Madrid y se transformó en el CISEN, y trataron de hacerlo un sitio de inteligencia, información útil, no sólo para perseguir adversarios”, agregó.
Dirigida por Gabriel Ripstein, la serie de ocho episodios cuenta una historia de ficción que sucede durante uno de los años más importantes en la historia de México y es protagonizada también por Kristyan Ferrer, Antonio de la Vega, Karina Gidi, Irene Azuela y Fernando Becerril.
“Tratamos de hablar con la mayor cantidad de personas involucradas en los hechos, con líderes estudiantiles para escuchar su lectura de los sucesos, sobre todo con una óptica que después de tantos años desmitifica mucho, para bien o para mal y eso fue útil porque estamos tratando de no simplificar una historia y no irnos a un lugar común. Queremos retratar ese momento con la mayor complejidad posible, no es una historia de buenos y malos.
“Queremos buscar la complejidad de la clase política, pero también de esa juventud que estaba en un momento álgido, que buscaba un rompimiento con el paternalismo tanto en sus casas (las chavas querían usar minifalda, los chicos tener el pelo largo), como con el gobierno. Usar esta energía que caracteriza a la juventud que era contestataria, pero que no era exclusiva de México; Berlín, París, Estados Unidos, fue un fenómeno global”, agregó Ripstein.
En la ficción, Hernán del Riego interpreta al expresidente Gustavo Díaz Ordaz y Antonio de la Vega al entonces secretario de Gobernación.
“Veo a Echeverría y la historia en general con una responsabilidad social, y quizá histórica por presentar ciertos hechos. Son personajes reales, bien hechos, serios y eso fue lo que más me llamó la atención de este proyecto. Quiero hacer personajes que no sigan una misma línea, me interesa que sean lo más distintos entre ellos que se pueda”, señaló De la Vega.
El camino de Barrientos está lleno de obstáculos, y cruzarlo implica manipular, traicionar y matar. Tareas para las cuales el Comandante está más que listo. Y nadie, ni siquiera su familia, será inmune al caos que dejará atrás en su búsqueda del poder.
“A mí me gusta el entretenimiento que te activa la mente, es lo que realmente me entretiene cuando entiendo cosas, cuando crezco, cuando me hace reír verdaderamente. No es tapando las tragedias como crecemos”, finalizó Giménez Cacho.
Fuente: Excélsior
Foto: Especial