El presidente de Brasil, Michel Temer, afirmó hoy que el Gobierno evalúa limitar la entrada de inmigrantes venezolanos al país, pero negó el cierre de la frontera con Venezuela, un día después de movilizar a las Fuerzas Armadas para reforzar la seguridad en la región.
«Otra medida que tal vez tenga que ser adoptada y de la que conversamos ayer es la posibilidad de distribuir turnos para que entren por día unas 100, 150 o 200 personas y organizar un poco más esas entradas», expresó Temer, cuyo mandato expira el próximo 1 de enero de 2019.
No obstante, la Secretaría de la Comunicación Social de la Presidencia aclaró después en una nota oficial que esa «posibilidad» manifestada por el mandatario no puede ser confundida, en «ninguna hipótesis», «con el cierre a la entrada» de ciudadanos de la nación caribeña.
Las autoridades brasileñas estiman que desde 2017 han ingresado al país cerca de 130 mil venezolanos, si bien un 60-70 % ya han abandonado el territorio nacional.
La mayoría de aquellos que decidieron quedarse en Brasil se han establecido en Roraima, donde el Ejecutivo ha construido una decena de abrigos y ha desplegado esa operación humanitaria.
También ha impulsado el llamado «proceso de interiorización» a través del cual los traslada a otras ciudades del país para facilitar su integración y disminuir la presión sobre Roraima, cuyos servicios públicos se han visto desbordados.
La posibilidad de distribuir turnos para limitar la entrada de venezolanos a Brasil fue sugerida por el senador Romero Jucá, un importante aliado y correligionario de Temer, que intentará la reelección, pero al que los sondeos no le dan muchas esperanzas de victoria.
Jucá, que esta semana renunció a ser portavoz del Gobierno en la Cámara Alta por sus divergencias con la política de Temer sobre el éxodo venezolano, se posiciona en las encuestas detrás de otros dos candidatos que defienden precisamente el cierre de la frontera.
Fuente: Excélsior