El derrame tóxico en el Río Sonora pudo haberse evitado.
Así lo revela esta investigación que, a cuatro años de la peor tragedia ambiental de México, muestra cómo, para sobrevivir, los siete pueblos afectados solo consumen agua embotellada, mientras la siembra, que fuera una de sus actividades, quedó prácticamente aniquilada.
Omisiones de las autoridades, tanto locales como federales, así como una multa ínfima, comparada contra el daño, han dejado bien librada a Buenavista del Cobre, responsable de desencadenar el desastre ambiental que aún no termina.
fuente: Aristegui Noticias
imagen: La Bartolina Cananea