Un ejemplar del escrito, conservado en la biblioteca Rogerio Casas-Alatriste del Museo Franz Mayer, es ahora el eje de una exposición que intenta una nueva lectura del fenómeno guadalupano. Titulada Virgen de Guadalupe. Arte y devoción, la muestra que se inaugura hoy a las 19:00 horas, integra más de 280 objetos, entre pintura, arte virreinal, artes decorativas, diseño, cultura popular y fotografía, que en conjunto buscan dimensionar el alcance antropológico, cultural, artístico, identitario y de cohesión social que en México existe en torno a la guadalupana.
«Seleccionamos una serie de pasajes del libro que cuentan esos momentos acerca del arte y de la devoción por la Virgen”, explica. La intención era ofrecer una narrativa “más afectiva”, que conectara entre las diferentes manifestaciones, cultas como populares, como se ha representado a la guadalupana y la idolatría del mexicano por ella. Y se han debido conjuntar las buenas intenciones de más de 20 instituciones, museos, galerías y colecciones privadas.
«Intentamos hacer un diálogo y presentar un contraste entre las obras, reflexionar cómo construyen un imaginario acerca de lo mexicano”, dice la curadora.
Se trata de un recorrido de más de 300 años de representación y fervor guadalupano, aunque pasa por alto sus orígenes prehispánicos. De los suntuosos óleos del siglo XVIII a las últimas representaciones de estética pop, que se comercializan con el nombre de Virgencita, plis, aparecen en la muestra. El remate llega con dos manifestaciones fotográficas, una de Lilia Martínez Torres y otra deFederico Gama, quien vuelve a presentar sus ensayos fotográficos 12-D y Los iluminados, en los que explora el fervor de los peregrinos cada 12 de diciembre. “En la medida que fui trabajando mis dos series de fotografía, había un elemento que era fundamental y que de alguna manera persistía, la Virgen de Guadalupe”, cuenta.
Durante 12 años Gama retrató a los miles de fieles que cada año llegan a la Basílica de Guadalupe. “No había más que sentir lo que ellos hacen; en una especie de manda me volví fotógrafo peregrino para tomar a esos personajes que van recobrando elementos culturales de la Virgen de Guadalupe, esa imaginación y sentido en que vuelcan su pasión y la expresan en objetos, a partir de la vestimenta, de su caminar, de irse de rodillas. Todos esos elementos culturales y vemos en la exposición”, concluye.