El Partido Revolucionario Institucional (PRI) atraviesa hoy su peor momento de mínimos espacios políticos por los resultados electorales del pasado domingo, donde perdió la Presidencia de México y pasó de primera a tercera fuerza política del país; sin embargo, su primer retroceso fue hace tres décadas, cuando pasó de una votación de 70.99% con Miguel de la Madrid Hurtado, a 50.36% con Carlos Salinas de Gortari.
El triunfo de Salinas de Gortari selló el primer cisma del PRI, el 6 de julio de 1988, día de la famosa “caída del sistema”, pues meses atrás, el método para designar al abanderado priista estalló la disidencia dentro del partido, encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas.
Desde su posición como gobernador priista de Michoacán, Cárdenas creó la Corriente Democrática, que exigía poner fin al Tapado presidencial, modificar la política neoliberal con la que se conducía y llevar nuevamente al partido al lado de la población. La propuesta no tuvo efectos y desembocó en su salida del partido en 1987, y fue seguido de líderes como Porfirio Muñoz Ledo.
En 1988,Carlos Salinas ganó la Presidencia obteniendo 50.36%, sobre su más cercano contrincante fue Cuauhtémoc Cárdenas, con el 31.12%. seguido por Manuel Clouthier, con 17.07%. Empero, pese a los datos oficiales, la elección fue cuestionada, porque cuando el conteo preliminar de votos daba aparente ventaja al candidato opositor el entonces secretario de Gobernación y presidente de la Comisión Federal Electoral, Manuel Bartlett Díaz, anunció que el conteo sería temporalmente suspendido debido a una “caída del sistema”.