Ciudadanos autoconvocados de Nicaragua y diversas organizaciones de la sociedad civil pidieron ayer la renuncia inmediata del presidente Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, y la instalación de una junta de transición, para superar la crisis que ha dejado cerca de 300 muertos.
Exigimos la salida inmediata del régimen Ortega-Murillo, por crímenes de lesa humanidad (…) Cada día con estos genocidas en el poder significa más muerte y sufrimiento para el pueblo”, indicaron los “autoconvocados”, en un pronunciamiento.
Propusieron, también, la creación “de una junta de transición, constituida por cinco o siete miembros”, que se dedicarán a “restaurar las instituciones y la Constitución, así como garantizar las condiciones para nuevas elecciones”.
Los autoconvocados son un movimiento nacional de estudiantes y profesionales, que ha sido protagonista de las protestas contra el gobierno de Ortega.
Mientras tanto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llegó al país para formar el Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI), que investigará los crímenes y sucesos violentos ocurridos desde abril y permanecerá, al menos, seis meses.
El GIEI coordinará su trabajo con el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni), formado hace una semana para monitorear presuntas violaciones a derechos humanos.
Fuente: Excélsior