jueves, noviembre 28, 2024
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Katy Perry deslumbra en Barcelona con excesivo concierto

El concierto que ofreció en Barcelona Katy Perry ante 13 mil espectadores, entre los que había bastantes padres acompañados por sus hijos menores de 16, la estadunidense lideró un espectáculo fastuoso y calculado al milímetro, que prácticamente no varia desde que empezó la gira el 19 de septiembre de 2017 en Montreal, Canadá.

Empezó con casi media hora de retraso cuando el enorme ojo que presidió el escenario se abrió y de su interior salió Katy Perry, volando sobre una estructura en forma de estrella, enfundada en un traje rojo con capucha, rodeada de humo y confeti, y cantando Witness, la canción que da título a su último disco y a la gira.

Un inicio espectacular que dio la pauta de un concierto colorido y fastuoso, en el que no faltó de nada, desde explosiones de colores hasta marionetas gigantes, pasando por estructuras voladoras, escenarios móviles y vestuarios imposibles.

Katy Perry cantó Dark Horse subida encima de una plataforma móvil y Chained to the Rhythm rodeada de títeres gigantes con televisores en las cabezas.

La locura del parque de atracciones ambulantes que rodea la cantante californiana continuó con Act My AgeTeenage Dream y Hot n Cold, acompañada de dos bailarines disfrazados flamencos y uno de tiburón.

En este punto la diva del ‘pop’ ya había hecho el primer cambio de ropa y llevaba un ‘top’ iluminado con ‘leds’, con el que dijo unas palabras en español: «caliente y frío» y «muchas gracias».

En E.T. subió al escenario un bailarín en zancos, vestido como un insecto alienígena y en Bon Appétit, la artista se estiró sobre una hoja verde mientras los bailarines vertían sobre ella lentejuelas salidas de enormes frascos de sal y pimienta.

Y por si no habían tenido suficientes emociones, los corazones se aceleraron cuando las estrella del ‘pop’ disfrazada de estrella del espacio anunció que alguien subiría con ella al escenario.

La afortunada fue una niña de once años que puso el toque tierno al concierto, justo antes de que se hayan encendido las luces de los móviles para iluminar la interpretación de One of us, donde Katy Perry pudo lucir su magnífica voz.

Una cabeza de león gigantesca, como no podría ser de otra manera, presidió Roar y Kety Perry reservó para la traca final Pendulu y Firework, que acabó con explosiones de colores.

 

Funte: Excélsior

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