El cantante de los cantantes o El chico malo de la salsa, como se le conoció a Héctor Lavoe, murió hace 25 años, justo el 29 de junio de 1993, víctima de un paro cardiaco, pero su voz no se apagó, sigue vigente y reconocida como una de las más importantes e influyentes en la popularidad de este género musical.
El salsero murió joven, a los 46 años, resultado de la vida de excesos que tuvo puesto que la droga y el alcohol fueron sus compañeros inseparables.
Hablar de Lavoe es adentrarse a una serie de contrastes, pues su éxito fue inversamente proporcional a las tragedias que sufrió.
De entrada, nunca pudo alejarse de las drogas que lo llevaron a contagiarse de sida por compartir jeringas, creció sin su mamá y su hijo pereció por un accidente con una pistola que Lavoe guardaba en su estudio.
Su casa se quemó porque al estar alcoholizado se quedó dormido con un cigarro encendido. Pudo salvarse lanzándose al vacío por la ventana, situación que lo dejó fuera de circulación por varias semanas cayendo en profunda depresión.
Pese a todo esto, en cada presentación entregaba el alma, su voz era reconocida y respetada por los amantes de la salsa.
Su nombre real fue Héctor Juan Pérez Martínez, quien a los 16 años desafió la autoridad de su padre y salió de Puerto Rico rumbo a Nueva York, para probar suerte en la música, que era su sueño, y lo logró, porque no sólo fuecantante, también director y productor musical.
Lavoe fue de los fundadores de la Orquesta Fania All- Star, lo más destacado en el mundo de la salsa, de donde se desprendió el sello Fania Records, que reunió a los principales exponentes de la música tropical.
Héctor Lavoe compartió el escenario con grandes de la música como Willie Colón, Andy Montañez, El gran combo, Frankie Ruiz, Santos Colón, Oscar D’León, Tito Nieves, Ismael Rivera, Daniel Santos, Tito Puente y Richie Ray, además fue de los primeros en llevar la salsa hasta África.
En 1987 con su último álbum, Strikes Back, tuvo la nominación a los Grammy de 1988, en la categoría de Mejor Interpretación Latina Tropical, pero no ganó.
Los excesos, aunado a la diabetes, hicieron que físicamente se deteriorara al extremo.
Héctor Lavoe falleció en el Memorial Hospital de Queens, en Estados Unidos, en junio de 1993.
Fuente: Excélsior