La misión de investigación de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) confirmó ayer el uso de gas sarín y cloro como arma contra la población civil en el norte de Hama, en Siria, el 24 de marzo de 2017.
Los investigadores también concluyeron que “es muy probable que el cloro se usara como arma química en el Hospital de (la ciudad siria de) Latamné, en el norte de Hama, y en sus alrededores” el 30 de marzo del año pasado.
Las conclusiones de los incidentes se basan en declaraciones de “diferentes testigos, análisis epidemiológicos y muestras ambientales”, agregaron.
Según la ONU, el ataque en Latamné dejó 83 muertos; el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) eleva la cifra de víctimas a 87.
En represalia por esos ataques, la noche del 6 al 7 de abril, 59 misiles crucero Tomahawk fueron lanzados por dos barcos estadounidenses hacia la base aérea Siria Al Chaayrate.
La OPAQ subrayó, aunque no explicó el porqué, que el análisis de la información y material recopilados “requirió un periodo de tiempo más largo” hasta que se pudieron sacar estas conclusiones publicadas ayer.
La organización también anunció en mayo que sus expertos habían terminado de tomar muestras en la ciudad Siria de Duma, que en abril también fue blanco de un presunto ataque químico que mató al menos a 40 personas, según los socorristas.
Las conclusiones de la investigación de la OPAQ aún no se han hecho públicas.
El ataque de Duma, atribuido a las fuerzas del gobierno Sirio, provocó los ataques conjuntos de Washington, París y Londres contra instalaciones sirias y aumentaron las tensiones diplomáticas entre estos países.
Fuente: Excélsior