La candidata al gobierno de la Ciudad de México por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Mariana Boy Tamborrell, asegura que alzará la voz contra la corrupción; “el foco rojo” que tiene paralizado el avance económico y social de la capital del país. Propone un sistema anticorrupción para “darle dientes” a la Auditoría Superior de la Ciudad de México y a los órganos de fiscalización para hacer el seguimiento en tiempo real “y no simulación como se hace hoy en día”.
En entrevista, expuso que la inseguridad, los problemas de movilidad, el desabasto de agua, el desarrollo urbano desordenado, la sobre regulación, el rezago empresarial, la pobreza y la inequidad; por mencionar algunas dificultades, tienen su origen en la corrupción. Muestra de ello, destacó Mariana Boy, es que con base en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la Ciudad de México se encuentra en el lugar 29, de 32 entidades, en materia de transparencia del ejercicio del presupuesto.
“Todo se origina por la corrupción, que a su vez causa los problemas ‘raíces’ de la ciudad. Hoy los ciudadanos no tenemos claridad en qué se ocupan nuestros recursos. Seguimos pagando, pero no lo vemos retribuido, en términos de servicios”, expuso. La ambientalista aseguró que, por ello, desde su gobierno, trabajará con base en dos líneas fundamentales: en primer lugar, fortalecer técnicamente la transparencia a través de la homologación de metodología y así obtener resultados apegados a la realidad.
Y en segundo plano impulsar el sistema anticorrupción, para dotar “darle dientes” a la Auditoría Superior y a los órganos de fiscalización para hacer el seguimiento del presupuesto en tiempo real “y no simuladas como se hacen hoy en día”. Cuestionada respecto a sus principales prioridades o “focos rojos” que atendería desde el primer día como jefa de Gobierno, de obtener el cargo, Boy Tamborrell enumeró: Inseguridad, movilidad, corrupción, narcotráfico, desarrollo urbano desorganizado, la reconstrucción y mejora de empleo y poder adquisitivo a través del impulso a la vocación económica de cada delegación política; “todos en la misma línea de importancia”.
Fuente: Excelsior