Mérida, Yucatán. En el día uno de la campaña en busca de la Presidencia de la República, José Antonio Meade amaneció bien, con el ánimo hasta arriba. Emocionado, el candidato de la coalición Todos por México aprovechó su discurso de arranque para fijar, desde el primer día, compromisos y propuestas.
Marcar diferencia desde el primer día, su estrategia. «Dormí bien», confió el candidato ciudadano dedicado de lleno en los siete ejes de lo que pretende deberá ser su mensaje de gobierno.
En ellos habló del apoyo a las mujeres, a los jóvenes, al adulto mayor, a los que viven en condiciones de pobreza, de la importancia de la educación para ser potencia, de la salud, el combate a la inseguridad y su reconocimiento a las Fuerzas Armadas, de las que, dijo, será un orgullo ser su Comandante Supremo.
Esbozó las líneas de Avanzar Contigo, su programa base del que se derivan otras estrategias.
De frente a miles de simpatizantes de los tres partidos políticos que lo postulan, el cinco veces secretario de Estado mencionó lo que será su campaña política, basada en sumar a todos y no denostar a nadie. Dijo que México nos necesita a todos y nadie debe ser excluido, en lo que se interpreta como un llamado a dejar atrás agravios y descalificaciones que tanto daño le han hecho a la política mexicana.
“Desperté temprano, con el ánimo hasta arriba y emocionado por lo que viene; tenemos 90 días por delante y vamos a aprovecharlos al máximo”, mencionó el hombre que busca regir los destinos de México en el periodo 2018-2024.
Con la campaña oficial ya de lleno, Meade se soltó en su discurso, en un reflejo de que la precampaña y la inter campaña no sólo forjaron su carácter, sino que le dieron tablas para todo lo que viene, una contienda en la que se definirá, como él lo dijo, el futuro de México en lo que serán unos comicios fundacionales, con la importancia de los cargos públicos que estarán en disputa.
Antes de subir al templete, desde donde dirigió su primer mensaje como candidato oficial de la coalición Todos por México, Meade caminó con Juana, su esposa, se abrazaron y se mostraron como la pareja que son. El apoyo de ella hacia él ha sido, es y será fundamental en esta contienda, lo que para ambos es cosa común, son una gran pareja.
El abanderado presidencial comió con la clase política del estado, que de igual manera renovará su gobierno, y se reunió también con jóvenes, a los que habló del apoyo que les habrá de brindar, en el primer día del arranque de su campaña.
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