Rusia ordenó la expulsión de 60 diplomáticos de Estados Unidos y anunció que haría que muchos otros abandonen el país como represalia a la respuesta de la comunidad internacional, que se encolumnó detrás de Washington y Londres tras el envenenamiento de un exespía ruso en Inglaterra. El Ministerio de Asuntos Exteriores dijo que había declarado persona non grata a 58 diplomáticos estadunidenses en Moscú y a dos funcionarios consulares generales en Ekaterimburgo, en medio de la disputa generada por el envenenamiento del exdoble agente ruso Serguéi Skripal el 4 de marzo.
Rusia también ordenó el cierre del consulado estadunidense en San Petersburgo, en una escalada de las tensiones que representa la mayor expulsión de diplomáticos desde la Guerra Fría. El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo que “las medidas serán recíprocas (…) Incluyen la expulsión de un número equivalente de diplomáticos e incluyen nuestra decisión de retirar nuestro acuerdo para permitir que un consulado general de Estados Unidos opere en San Petersburgo”. “Respecto a los otros países, todas las medidas serán simétricas en términos de la cantidad de gente de sus misiones diplomáticas que deberán abandonar Rusia”, sostuvo Lavrov.
Eso significa que, entre otros países afectados, cuatro diplomáticos de Francia, Alemania y Polonia deberán abandonar Rusia, al igual que 13 representantes de Ucrania y dos de Dinamarca, Albania y España. El ataque contra el exespía de 66 años y su hija, del que Gran Bretaña culpó al presidente ruso, Vladimir Putin, y que fue causado por Novichok —una sustancia neurotóxica de la era soviética— dejó las relaciones entre Rusia y países occidentales en su peor momento desde la Guerra Fría.
Rusia niega haber participado en el ataque y dice que sospecha que los servicios secretos británicos están tratando de inculpar a Moscú para avivar la histeria antirrusa. Mientras tanto, la portavoz del Departamento de Estado de EU, Heather Nauert, tildó de lamentable la expulsión de diplomáticos estadounidenses. “Rusia ha tomado un camino lamentable frente a nuestras medidas perfectamente justificadas”, defendió Nauert durante una rueda de prensa celebrada en Washington. Nauert consideró que la respuesta del Kremlin carece de sentido, puesto que fue Moscú quien, en último término, provocó la expulsión de sus funcionarios al llevar a cabo un “irresponsable ataque” con agentes químicos en suelo británico, con el objetivo de envenenar al exespía Serguéi Skripal.
Fuente: Excelsior