domingo, noviembre 24, 2024
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Olvidan la pepena para pintar

Por unos minutos, en el tiradero de basura Neza III, niños, mujeres y hombres olvidaron la pepena y el reciclaje para incursionar en el arte, luego de que integrantes del colectivo Metarealistas de Neza buscarán integrarlos a un proyecto artístico. Este un proyecto de intervención artística donde se integra al espectador que deje su papel pasivo y adquiera una participación en la obra artística; el objetivo es hacer arte socializado, generar piezas de realismo participativo, nuestra participación de realismo tiene que ver con eso con la participación, con la inclusión de la construcción de la obra artística”, explicó Lupus, impulsor del proyecto.

Así, en medio de la basura, se colocaron caballetes y como lienzo parabrisas, en donde con pinturas en aerosol podían expresar sus sentimientos. Invitarlos a otro tipo de actividad a la que están acostumbrados para puedan tener una participación en la generación de las piezas; también va encaminado a que vamos a exhibir las piezas en un museo del centro, por ejemplo, Museo del Policía y el Museo de Fuego Nuevo de Iztapalapa, y que la comunidad que ha participado pueda acompañarnos de esa manera estar en otro contexto puedan participar de otra escena”, añadió.

Poco a poco, dejaron por un momento su ardua actividad para el rayo del sol para tratar de dibujar. Pedro, un niño de 11 años que se dedica a la pepena para ayudar a sus padres, primero con temor, pero con gran curiosidad, se aproximó y empezó a plasmar trazos.  En la parte del medio dibujé un coche, en la parte de arriba, tal vez no se aprecie muy bien, pero dibuje el rostro de un hombre. Significa que me gustan los coches y la cara del hombre nada más se me ocurrió”, explicó.

También mujeres como Sabrina Martínez, se animaron a dejar por unos momentos la basura para dibujar. “Puse mi nombre, hice un corazón, hice una flor, el corazón es tenerle tanto amor a mi familia. Y pues sí, se desestresa uno”. Para algunos más, esto representaría alejarlos de los grafitis. “Yo saco todo mi estrés al pintar y aparte puedo evitar estar grafiteando en las calles. Aquí puedo gratifitear sin ningún problema penal y así, tal vez, evite caer en alguna drogadicción o algo”, dijo Pedro.

Fuente: Excelsior

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