Si no hubiera sido por el desastre del terremoto y el tsunami de 2011, el destino de Misaki Tanaka podría haber sido diferente. Pero la catástrofe que devastó el noreste de Japón en marzo de ese año le llevó a replantearse su vida. Tanaka, de 29 años, acababa de graduarse en una universidad de Kioto cuando tuvo lugar el gran terremoto del este de Japón de magnitud 9,0. Esto generó un imponente tsunami que devastó las áreas costeras de la región de Tohoku, dejó más de 20.000 muertos y desaparecidos y desencadenó un desastre nuclear.
Tanaka comenzó a trabajar para una importante empresa de tecnología de la información en Tokio que desarrollaba videojuegos. En su tiempo libre, trabajaba como voluntaria para ayudar a las víctimas del desastre. Esto incluía limpiar las tierras de cultivo de montones de peces muertos y escombros arrastrados por el tsunami. Impactada por la enorme brecha entre su existencia y la sensación de impotencia que afligía a las personas de las áreas afectadas, Tanaka comenzó a preguntarse si estaba desconectada de su línea de trabajo. Finalmente, abandonó la compañía de videojuegos.
Consiguió otro trabajo en una empresa de interés público que trabajaba para ayudar a las víctimas del desastre, lo que le llevó a Fukushima, el lugar del desastre nuclear. Después volvió a la sede de la corporación en Tokio y trabajó en ejercicios de preparación en caso de desastre, que le parecieron «tediosos, aburridos y siempre iguales». Dice que incluso cuando era niña, «nunca los encontré interesantes». Tanaka entendió que la preparación para los desastres era sumamente importante, pero se quedaba impasible ante los simulacros de evacuación que implicaban reunirse en determinados momentos y lugares para después trasladarse a un centro de evacuación ficticio.
Con su experiencia en tecnologías de la información y un gran sentido de la moda, Tanaka comenzó a pensar en cómo hacer que los eventos de preparación ante desastres fueran más entretenidos y lograr que participasen más jóvenes. Cuando llegó el segundo aniversario del desastre del terremoto y tsunami, en 2013, ella y otros jóvenes que conoció a través de su apoyo a la reconstrucción anunciaron la formación de Bosai Girls (Disaster Preparation Girls).
Fuente: Excelsior