Finalmente, hacia las once de la noche del domingo, Verenice pudo postear: «Amo vivir en esta época: John apareció». Y es que fue un día de pesadilla para esta joven,. quien al sacar a pasear a sus mascotas, sufrió la pérdida de su cocker de 12 años, pues el estadllido de un cohete lo hizo correr por la calle Tomás Vázquez, en Iztacalco. Sin freno huyó el perrito para desaparecer en segundos. Para colmo, cinco estallidos de cohetes más, llenaron de angustia esta historia. «Se perdió John»-No, por favor.
Solo quien es dueño consentidor de sus mascotas sabe del dolor que es extraviar a uno de estos pequeños animales de compañía. Por ello la desazón se fue apoderando de ella conforme pasaban los minutos. Varios de sus amigos se unieron desde temprano a la incesante búsqueda, hurgando recovecos, mirando a través de puertas y ventanas; indagando si bajo los coches podría estar John, agazapado. No. Pero conforme pasa el tiempo la certeza de haberlo perdido para siempre es como una loza que no te deja ni pensar. «Seguro alguien lo agarró».
Chicos, esta mañana a las 8:50 am cuando daba el paseo matutino con mis perros, en la calle de Tomás Vázquez esquina Jesús Urueta Col San Pedro, el sonido de los cohetes espantó a John (Cocker americano de 12 años), quien se echó a correr tan rápido que lo perdí de vista y ya no lo puede encontrar. Llevo más de 4 horas buscándolo y simplemente no aparece… Por favor si alguien lo ve o sabe algo, se los voy agradecer mucho.
El paso dos en la búsqueda desesperada de tu mascota es la realización de carteles. Y pegarlos por todo el rumbo, mientras preguntas a la gente si de casualidad lo han visto pasar. -Sí. Vimos que andaba por el panteón… Y, obvio, deambulas por todo el cementerio. Pero nada. Únicamente resta abogar por las almas buenas. Y esperar. Fue un domingo de pesadilla. Pero terminó. Cuiden a sus mascotas. No los saquen sin correa ni sin placa de identificación. No siempre los milagros son así de grandes.
Fuente: Excelsior