Ante los diversos señalamientos de que elementos de las fuerzas armadas son “violadores sistemáticos” de las garantías individuales de la sociedad civil, el director general de Derechos Humanos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), José Carlos Beltrán Benítez, afirmó que el ejército está para servir y no para violar derechos humanos. Se ha dicho muchas veces que somos sistemáticos, pero las fuerzas armadas no salimos a violar derechos humanos, salimos a ayudar a las instituciones que dan seguridad a la sociedad.
No salimos con órdenes de violar derechos humanos”, externó el general Beltrán en entrevista con Pascal Beltrán del Río para Imagen Radio. Beltrán Benítez afirmó que la Sedena no es una organización que se deba a algún partido o que siga intereses de un grupo o particulares. Enfatizó que el interés de las fuerzas armadas se centra en el ciudadano. Que la sociedad sepa que estamos para atenderlos, servirlos y a eso nos debemos. No somos violadores generalizados de derechos humanos”, reiteró el militar.
Sobre la Ley de Seguridad Interior, el director de Derechos Humanos de la Sedena, reconoció el “loable” trabajo de los legisladores para abonar a la legalidad para la actuación de la autoridad, y se dijo respetuoso de las opiniones contrarias de diversos sectores sociales y órganos autónomos. La Sedena somos respetuosos de esos posicionamientos y principalmente de la determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que determinará su constitucionalidad. Qué bueno que se dé este ejercicio. Las fuerzas armadas necesitamos este marco que nos dé garantía y certeza, en todos los contextos, no solo en temas de seguridad”, comentó.
Beltrán Benítez destacó que las denuncias contra la Sedena en materia de Derechos Humanos disminuyeron 70 por ciento en comparación al sexenio anterior y afirmó que esto se debe a la capitación alineada al contexto de actuación del personal militar en el auxilio y apoyo de las autoridades civiles, en materia de seguridad pública y a la “transversalización” hacia el interior de las fuerzas armadas.
Fuente: Excelsior