Imagine ser el director de la próxima película de la saga de Lego y que a su hijo, simplemente no le interesen esos artefactos de juego.
El realizador mexicano Jorge R. Gutiérrez, quien se dio a conocer en cine con la animada El libro de la vida, ríe del otro lado de la línea telefónica. A él le está pasando algo que una mente avispada podría adaptar en la serie de refranes “¿cuál es el colmo de…?”
“Cuando era pequeño, el Lego era para los niños ricos, para mí era un súper lujo. Ahora, ironía, tengo un hijo de ocho años y no le interesa, sólo los videojuegos”, ríe.
Gutiérrez se encuentra al frente del proyecto que tiene por título provisional The billion brick race, cuyo estreno se daría en tres años, tiempo promedio en una producción animada.
Poco puede hablar de la historia por razones contractuales, pero adelanta que habrá temas latinos.
“Hay cosas similares a las que se vieron en El árbol de la vida, me gusta mucho eso, hay algo de los hispanos, garantizado”, señala.
Con un presupuesto de 50 millones de dólares, El árbol de la vida, que se basaba en la vida y muerte desde la óptica mexicana, recaudó 100 millones en el orbe, alcanzando una nominación al Globo de Oro.
Producida por Guillermo del Toro, contó con las voces, entre otras, de Diego Luna, Kate del Castillo y Ana de la Reguera.
La saga de películas sobre Lego comenzó con The Lego movie, que en 2014 ingresó 469 millones de dólares en todo el mundo, seis veces más de lo que costó hacerla.
Con The Lego Batman movie los números no fueron tan holgados, pues se logró en taquilla 312 millones de billetes verdes, contra los 80 millones que costó.
Así que si en la primera entrega se dio una relación de seis dólares ganados, por uno invertido; para la otra fue de poco más de tres a los productores, por uno gastado.
The Lego ninja movie, la más reciente, contabiliza 123 millones de dólares en el mundo.
