Mediante una de sus empresas fantasma, el exgobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, presuntamente adquirió cuatro ferrys tipo catamarán valuados en cuatro millones 900 mil dólares americanos, que equivalen a casi 95 millones de pesos.
De acuerdo a indagatorias realizadas por la Procuraduría General de la República y presentadas formalmente ante el juez Artemio Zúñiga, el exmandatario lavó dinero en la empresa Barcos del Caribe a través de la adquisición de las embarcaciones.
La compañía naviera fue operada por María de Lourdes Pinelo Nieto y César Celso González Hermosillo y Melgarejo, supuestos prestanombres de Borge Angulo, quienes de la noche a la mañana se convirtieron en prósperos empresarios en el ramo del transporte marítimo de pasajeros.
Tanto Pinelo Nieto como González Hermosillo son señaladas como personas muy cercanas a Roberto Borge Martín, papá del exgobernador y presunto copartícipe en la red de lavado de dinero supuestamente conformada por su hijo.
Según las investigaciones de los fiscales que llevan el caso Borge, la empresa Barcos del Caribe, constituida formalmente en junio de 2012, adquirió el 23 de julio de 2013 dichos ferrys, con los cuales se buscó poner en marcha diversas operaciones irregulares.
Si bien la compañía contaba con un registro en papel, al momento en que las autoridades acudieron al domicilio en que supuestamente se ubicaba, ésta no fue hallada pues el lugar es ocupado por otro giro comercial diferente al marítimo.
De esta forma, la compra de las embarcaciones, así como la adquisición de predios a precios ínfimos para personas cercanas a Borge Angulo, forman parte de los 86 datos de prueba presentados por la PGR al Poder Judicial de la Federación para vincular a proceso al exgobernador por lavado de dinero.
Los fiscales que llevan el caso por dicho delito federal buscarán demostrar a plenitud en julio el uso de las empresas fachada, cuya existencia únicamente estaba registrada en papel, para lavar dinero y causar daño al erario.
Según la PGR, el acusado usó una red de allegados, entre ellos su mamá, Rosa Yolanda Angulo Castilla, y su papá, Roberto Borge Martín, para lavar dinero mediante la compra de 22 predios a precios por debajo de su valor real. Con estas acciones, causó un daño al erario por 900 millones 99 mil 418 pesos.
De acuerdo con las indagatorias, se detectaron discrepancias entre los ingresos que reportó Borge y los que realmente tuvo durante 2014 y 2015.
También que, durante la gubernatura de Borge, se concedieron de forma irregular al menos 18 licencias para venta de bebidas alcohólicas con beneficios fiscales por los que se dejó de percibir cinco millones 230 mil pesos.
Fuente: Excélsior