Tras el sismo de 8.4 grados que sacudió a Santiago, capital de Chile y otras siete regiones, las autoridades dedicaron seis meses a hacer un censo de los daños y esa información fue la base para los programas de reconstrucción, explicó el urbanista Salvador Medina Ramírez, en entrevista con Excélsior. De acuerdo con el experto en la Ciudad de México se hizo exactamente al revés y esto se ventiló con la recién aprobada Ley de Reconstrucción, en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Para Medina Ramírez, lo plasmado en dicha norma es ilógico y traerá problemas.
“Eso es lo más extraño de la Ley de Reconstrucción, está prescribiendo soluciones sin antes saber qué fue lo que pasó en realidad. Lo lógico es tener primero un buen diagnóstico, un censo de las afectaciones, usando la arquitectura forense, y analizar por qué colapsaron los edificios”, dijo el economista y urbanista de la UNAM. Otra diferencia entre Chile y México, es que en el país sudamericano se incluyó el punto de vista y las preocupaciones de los damnificados a la hora de diseñar los programas de reconstrucción y en la Ciudad de México no se consultó a los directamente afectados.
El entrevistado explicó que otra falla de la ley es que, aunque establece que la población más vulnerable tendrá acceso al Fondo para la Reconstrucción se desconoce a este conjunto poblacional. “La verdad es que sin saber cuáles son esos grupos, ni dónde están, se están adelantando soluciones sin tener una planeación adecuada, eso es extraño y peligroso”, advirtió. En su análisis, señaló que a esos dos errores, se suma que la Ley de Reconstrucción establece que para ser beneficiario del Fondo de Reconstrucción o de los cré- ditos preferentes, el edificio o la casa afectada por el sismo, debe estar en la Plataforma CDMX.
Sin embargo, en las últimas semanas se ha dado a conocer que la Plataforma tiene muchos errores; hay edificaciones cuyo nivel de daño está mal clasificado y en se sentido los damnificados enfrentarán el primer obstáculo para la reconstrucción. En cuanto al apartado de la ley que permite construir un 35 por ciento adicional en los lugares donde hubo colapsos, para con la venta de las viviendas adicionales pagar la reedificación edificio, Medina Ramírez explicó que dicho incremento está fuera de toda planeación urbana. Detalló que justo en los lugares donde la ley permitirá construir ese porcentaje adicional podría haber una red hidráulica saturada, o demasiado tráfico, o escuelas a su máxima capacidad y al incrementar la densidad se afecta toda la zona.
Fuente: Excelsior
