Sí, es muy sonada últimamente…
Es un padecimiento intestinal que afecta a algunas personas con predisposición genética cuando estas ingieren alimentos que contienen gluten, una proteína que forma parte de la harina de cereales como la cebada, el trigo, la avena y el centeno.
En esos casos, cuando el gluten entra en contacto con la mucosa intestinal, produce reacciones inflamatorias de base inmunológica, que dañan el intestino delgado.
¿La Solución?
Desafortunadamente, la prevalencia de este problema es elevada, por lo que su único tratamiento consiste en llevar una alimentación estricta libre de esta proteína.
¿El Problema?
Los cereales aportan fibra y otros nutrientes como ácido fólico, hierro y vitamina D, cuya falta puede dar lugar a otros padecimientos graves. Por ello, si sufres de celiaquía, debes llevar una dieta sin gluten y baja en grasas, pero rica en otras fuentes de vitaminas, proteínas y minerales, como pueden ser los frutos secos, legumbres, miel, huevos, pescado blanco, lácteos y sus derivados.
Foto: Especial
Fuente: Womenshealth Latinoamérica