La llama olímpica de PyeongChang 2018 se encendió hoy en las ruinas de la antigua Olimpia, en una tradicional ceremonia en la que se invoca al dios Apolo y se entrega la antorcha al primer portador, que comienza su recorrido por Grecia antes de marchar a Corea del Sur. La presencia de la lluvia impidió que la actriz Katerina Lehú, en su papel de Gran Sacerdotisa de Olimpia, pudiese seguir el rito programado y la organización se vio obligada a aplicar el plan de contingencia previsto.
El fuego olímpico solo puede ser encendido con rayos solares y para iluminar la antorcha Lehú tuvo que recurrir a la llama prendida en los ensayos del domingo pasado. Esta es la primera ocasión desde el año 2000, en los Juegos Olímpicos de Sidney, en el que la llama olímpica no pudo ser encendida siguiendo este riguroso rito.
Anguelis llevó la antorcha ante el monumento a Pierre de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos modernos, y después pasó el testigo al siguiente portador, Park Ji-Sung, exfutbolista del Manchester United y representante de Corea del Sur, país anfitrión de los Juegos.
Las autoridades de los diferentes comités olímpicos hicieron hincapié en los valores de fraternidad de los próximos Juegos, que se celebrarán del 9 al 25 de febrero de 2018 en Corea del Sur.
Fuente: Excelsior