“Cometimos la estupidez de volver a entrar al departamento”, dice con un tono de arrepentimiento Otto Sirgo. Poco antes, el temblor de 7.1 grados que azotó la ciudad ese 19 de septiembre había dejado completamente inhabitable su casa ubicada en Gabriel Mancera, una zona que sufrió severos daños.
Cuenta que estaba montando una obra con Patricia Reyes Espíndola en su escuela, cerca de la Zona Rosa, cuando los agarró el temblor y lo primero que pensó no fue en él, sino en su esposa Maleni, quien tiene gran miedo de los sismos y más viviendo en un décimo piso.
Salió corriendo de la escuela en segundos que le parecieron eternos, buscando cómo sacar su vehículo del estacionamiento para ir a su casa, pero recuerda que la ciudad estaba imposible. Entre las grúas y ambulancias de pronto también apareció un motociclista que le dio un aventón. Al llegar a su departamento, vio su edificio casi destruido, pero su esposa estaba a salvo con su hija y su nieto.
“No teníamos dónde dormir y cometimos la estupidez gigantesca de entrar al departamento a sacar algunos papeles y muy pocas cosas de mi nieto”, dice todavía incrédulo.
El actor comenta que tomaron el auto y se fueron a San Miguel de Allende, donde planea estar una buena temporada.
“No te puedo decir si quiero o no vivir de nuevo en la Ciudad de México, pero de pronto regreso estricta y únicamente para trabajar, hoy más que nunca necesito trabajar”.
Hoy, triste y a la vez conmovido por la ayuda, Otto asegura que aún no se repone de lo que ha pasado con él y con tantas familias que lo perdieron todo. “Una víctima es suficiente para llorarla”.