Una semana después de que Harvey arrasase la costa texana del Golfo de México, una ciudad del estado no tenía agua corriente y una planta química afectada por las inundaciones sigue registrando incendios, mientras comienzan los funerales de algunas de las víctimas (hasta ahora 50 y según Notimex, al menos cinco son de México).
En Beaumont, Texas, una ciudad con casi 120 mil habitantes, los residentes esperaron en una fila de más de una milla para conseguir agua embotellada después de que el servicio de agua potable
municipal fallase a principios de semana.
En Arkema, una anegada planta química en Crosby, podría verse un denso humo negro y llamas naranjas tras la explosión de dos tráileres con componentes altamente inestables. Es el segundo incendio en la factoría en dos días.
A su vez, ayer hubo una fuga de petróleo en el exterior de una refinería de la compañía ExxonMobil en la comunidad de Beaumont, en el noreste de Texas.
Excelsior