Muchas cosas han cambiado en la vida de George Clooney desde que él y su esposa Amal tuvieron mellizos en julio. Pero mientras se prepara para develar su más reciente esfuerzo como director, «Suburbicon», el actor y cineasta mantiene algunos rituales familiares.
«Sólo tengo que limpiar el vómito de mi esmoquin», dice Clooney. «Solía ser mi vómito, pero ahora es el vómito de los mellizos. Así que todo cuadra».
Es un nuevo capítulo para Clooney, quien sin embargo conserva algunas de sus viejas pasiones. «Suburbicon», que Paramount Pictures estrena el 27 de octubre, combina dos de ellas: la comedia («Burn After Reading», »O Brother Where Art Thou») y el cine con conciencia social («Good Night and Good Luck», »Ides of March»).
Pero pese a los trailers graciosos, se inclina más a lo segundo. Clooney cree que el filme, que fisgonea en las oscuras tensiones raciales de los suburbios en la década de 1950, es profundamente relevante en los Estados Unidos de Donald Trump.
Espera que ponga los pelos de punta a la gente a la manera de Howard Beale, el periodista de «Network» que gritó «Estoy loco de rabia y no voy a soportarlo más».
«La semana pasada se la mostré a mi buen amigo Norman Lear. Cuando terminó, se volteó y dijo, ‘Esta es la película más enfadada que he visto'», dijo Clooney en una entrevista reciente con The Associated Press. «Es una película bastante iracunda. Hay mucha rabia allá afuera y eso se refleja en el filme”.
«La idea principal de la película era buscar pelea y a mí siempre me gusta buscar pelea».
Eso hace que «Suburbicon» sea potencialmente una de las películas más explosivas de la temporada. Cuenta con un elenco de primera línea (Matt Damon, Julianne Moore, Oscar Isaac) y deriva de un guion escrito hace décadas por Joel y Ethan Coen sobre la rampante paranoia suburbana y el temor sembrado por un allanamiento de morada.
Para Clooney el coguionista y coproductor Grant Heslov, los personajes de los Coen eran perfectos para sus propios planes de dramatizar la Levittown, Pennsylvania, de los años 50 y específicamente la respuesta del enclave en 1957 a una familia negra que se mudó a esa localidad. Creen que es un relato que refleja el panorama político actual.
«Me pareció interesante hablar de paredes de edificios y de minorías como chivos expiatorios», dijo Clooney. «Creo que ese siempre es un tema interesante pero particularmente cuando estaba escuchando estas conversaciones durante la campaña. Pensé: siempre es bueno mirar atrás y recordar que nada realmente es nuevo y que cada vez nos impacta; olvidamos que ya habíamos tenido este comportamiento una y otra vez».
Clooney y Amal anunciaron la semana pasada una donación de un millón de dólares para el Southern Poverty Law Center, a través de su Fundación Clooney, para combatir a grupos de odio. El donativo fue en respuesta a los recientes acontecimientos en Charlottesville. Clooney, un activista liberal, no mide sus palabras cuando se refiere al presidente Donald Trump.
«Cada vez es más claro lo poco preparado y lo incapaz que es este hombre para ser presidente de Estados Unidos», dijo Clooney. «La buena noticia es que nuestras demás instituciones — quiero decir la prensa, definitivamente, y los jueces y senadores — han demostrado que el país funciona. Hay un control y un contrapeso».
Pero si Clooney suena inusualmente pugnaz para ser un flamante padre, admite que su vida ha cambiado drásticamente en los últimos dos meses.
«De repente uno es responsable de otra persona, lo que es aterrador», dijo riendo antes de darle crédito a su esposa. «Ella es como una atleta olímpica», expresó. «Lo está haciendo tan bien».
«En este momento mi trabajo es cambiar pañales y pasearlos un poco», dijo Clooney, quien habló desde su casa en el Lago Como, en Italia. «En realidad nunca pensé que a los 56 años iba a ser padre de mellizos. No hagan planes. Uno siempre tiene que disfrutar el viaje».
«Suburbicon» es la sexta película de Clooney como director y la primera desde «The Monuments Men» de 2014. Hacer cine sigue siendo su prioridad, al menos en lo profesional.
«Estoy en un momento interesante en mi vida. Casi nunca estoy actuando por muchas razones, principalmente porque no tengo gran interés y no he leído nada (suficientemente bueno)», dijo. «Si alguien se apareciera con ‘The Verdict’ saltaría, pero a uno no le llegan guiones como el de ‘Michael Clayton’ a menudo. Y si no van a llegarte esos guiones, no tiene sentido realmente a estas alturas de mi carrera».
«Todavía me dejan hacer lo que quiero», agregó Clooney. «Siempre que sea así, voy a seguir haciéndolo. Para mí, uno tiene que seguir expandiendo sus límites hasta que se lo quiten todo, que es lo que eventualmente le hacen a todo el mundo».
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