El gobierno de Trump sostiene conversaciones discretas con Pyongyang desde hace meses para resolver la suerte de sus ciudadanos encarcelados e impedir que se deterioren aún más las relaciones
Más allá de las bravuconadas, el gobierno de Donald Trump mantiene conversaciones discretas con Corea del Norte desde hace meses para resolver la suerte de sus ciudadanos encarcelados en el país comunista e impedir que se deterioren aún más las relacionesbilaterales.
Se sabía que las dos partes habían negociado la liberación en junio de un estudiante universitario, pero hasta ahora se desconocía que las negociaciones continuaban y que se habían ampliado para abarcar otros asuntos que los detenidos estadunidenses.
Gente familiarizada con los contactos dice que las interacciones no han servido hasta ahora para reducir las tensiones generadas por los avances en los programas nuclear y de misiles norcoreanos, que ahora alientan los temores de un enfrentamiento militar.
Los contactos se suceden regularmente entre el enviado especial estadunidense para asuntos de Norcorea, Joseph Yun, y el alto diplomático de la misión norcoreana a Naciones Unidas, Pak Song Il, de acuerdo con funcionarios norteamericanos y otras fuentes informadas.
Todas hablaron bajo la condición de anonimato por no estar autorizadas a informar sobre las negociaciones confidenciales.
Los funcionarios lo llaman el «canal Nueva York»: Yun es el único diplomático estadunidense que tiene contacto con una contraparte norcoreana.
Las comunicaciones sirven principalmente para el intercambio de mensajes entre Washington y Pyongyang.
El Departamento de Estado no hizo declaraciones sobre la diplomacia de Yun. La Casa Blanca tampoco lo hizo. Un diplomático de la misión norcoreana a la ONU confirmó que se usó el canal diplomático para obtener la liberación del estudiante Otto Warmbier hace dos meses.
Por otra parte, con voz tapada por el escándalo que generó la advertencia de Trump de desatar «fuego y furia como el mundo nunca ha visto», el secretario de Estado, Rex Tillerson, se ha mostrado dispuesto a negociar. Su condición es que Pyongyang desista de los ensayos con misiles con capacidad de alcanzar el territorio continental estadounidense.
Tillerson ha insinuado que existe ya un canal clandestino.
Tenemos otros medios de comunicación abiertos a ellos, sin duda para escucharlos si dicen que quieren hablar», dijo recientemente en una reunión en Filipinas sobre seguridad asiática días atrás.
Las interacciones serían indicativas de un cierto pragmatismo del gobierno de Trump de cara a la amenaza norcoreana a pesar de las funestas advertencias del presidente.
Soluciones militares están prestas, aseguradas y cargadas por si Corea del Norte actúa imprudentemente», tuiteó este viernes.
Pero el jueves escribió en la red social que siempre tendrán en cuenta las negociaciones, aunque no hayan dado frutos desde hace un cuarto de siglo.
Los contactos sugieren que Pyongyang también estaría dispuesto a negociar, aunque sigue hablando de lanzar misiles hacia las cercanías del territorio estadunidense de Guam.
Excelsior