La nueva presidente de la ANC ocupó puestos en Comunicación e Información del gobierno, y fue ministra de Exteriores donde la llamaron ‘la canciller sin diplomacia’
La nueva mujer fuerte de Venezuela es la presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), que significa el fin de la democracia y el comienzo de una nueva división en Latinoamérica, opinaron expertos.
Uta Thofern, directora de la redacción Latinoamérica de la Deutsche Welle (DW), hace ver que para muchos el cargo de presidente de la ANC caería en Diosdado Cabello, primer vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Sin embargo, esa presidencia quedó en manos de la nacida en Caracas hace 48 años, quien alcanza así «un margen de influencia enorme sobre el aparato estatal», pues la ANC refundará la republica bolivariana.
Lo que está por verse es cuántos gobiernos y organismos multilaterales terminan reconociendo la legitimidad de la misma», señaló la periodista.
Al parecer el interés de ella y su hermano Jorge, a la fecha alcalde del capitalino municipio de Libertador de Caracas, fue la muerte por tortura de su padre Jorge Antonio Rodríguez, uno de los fundadores de la Liga Socialista.
Delcy Rodríguez se graduó como abogada en la Universidad Central de Caracas, donde fue dirigente estudiantil, y luego se especializó en Derecho Laboral, con estudios de maestria en Francia y Gran Bretaña.
Su perfil fue bajo durante los gobiernos del fallecido Hugo Chávez, y solo aumentó con el ascenso del ahora presidente Nicolás Maduro, señala un despacho de la DW.
Primero ocupó la cartera de Comunicación e Información y luego ascendió a lacancillería, cargo donde muchos la llamaban «la canciller sin diplomacia» y sus adeptos «la canciller de la dignidad».
Cuando Rodríguez fue ministra de Exteriores, la diplomacia tampoco era su fuerte, atizaba conflictos y tácticamente era muy astuta», acota a su vez Thofern.
También fue directora de Asuntos Internacionales de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) en 2015, mismo año en que se desempeñó como vicepresidenta del área política del gobernante PSUV.
Sus dos cargos más frecuentes son el ministerio de Exteriores y la presidencia de la ANC, a la cual fue electa en los impugnados comicios del pasado 30 de julio.
Para Thofern la ANC se ha concedido poderes especiales, lo que supedita a los otros órganos estatales, inclusive al presidente Maduro.
Adelanta que la excanciller venezolana podría ser la primera mujer que ingrese al «ilustre círculo» de los autócratas del mundo.
Maduro, elegido democrátricamente según reconoce la periodista de la DW, le dio de manera voluntaria, al parecer, la llave del poder a Rodríguez. «Que ella algún día se apartará o no del poder, es otra historia», acota.
Maduro y Rodríguez ya tuvieron su primer logro conjunto: la división de los países americanos, y se ejemplifica con la Organización de Estados Americanos (OEA), que no ha logrado una postura común respecto a Venezuela.
Por otra parte, la Alianza Bolivariana (ALBA) apoya a Maduro quien llamó al diálogo con los críticos de Venezuela bajo el paraguas de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Esta organización tiene una característica: su membresía excluye a Estados Unidos y Canadá, lo que para la periodista alemana significa «un nuevo intento de escisión entre los grandes países latinoamericanos».
El diálogo bajo los auspicios de la CELAC «parece tener más la firma de Delcy Rodríguez que de Nicolás Maduro», apuntó la periodista alemana.
Empero, Stefan Peters, de la Universidad de Kassel, señala a la DW que esa convocatoria significa que a Maduro «todavía le interesa saberse legitimado a los ojos de sus vecinos. Y creo que esa es una buena noticia».
Excelsior