A pesa de las protestas que han dejado 113 muertos, las votaciones para elegir a los 545 miembros de la Asamblea Nacional Constituyente de Maduro se realizarán este fin de semana
Los venezolanos acudirán a las urnas el domingo para elegir a los miembros de una polémica Asamblea Nacional Constituyente cuya tarea principal será redactar una nueva carta magna, en una votación en la que no participará la oposición por considerar que supone la consumación de una «dictadura».
El presidente Nicolás Maduro ha dicho que el nuevo cuerpo de 545 asambleístas, que estará por encima del resto de los poderes públicos, es la única opción para pacificar el país petrolero, inmerso en una ola de protestas opositoras en medio de la que han muerto un centenar de personas.
Tú decides si te quedas pasivo, observando cómo queman y matan, o si sales el domingo a darle una lección a la oposición», dijo el mandatario socialista en un acto de cierre de campaña en Caracas el jueves, invitando a sus huestes a votar.
En tanto, la oposición llamó a sus simpatizantes a la «Toma de Venezuela» desde el viernes, para mantenerse como protesta en las calles y presionar para impedir lo que denominan un «fraude constitucional».
En el este de Caracas, bajo la intermitente lluvia, manifestantes construían improvisadas barricadas con escombros y ramas en una importante avenida, mientras los transeúntes se apuraban en llegar a sus hogares antes de quedar atrapados por los cierres.
En la suroriental Ciudad Guayana, la policía lanzó gases lacrimógenos contra manifestantes para evitar bloqueos de vías.
Las protestas, que se agudizaron por los planes de instalar la Asamblea Nacional Constituyente, han dejado al menos 113 muertos y varios cientos de personas han sido detenidas acusadas de propiciar violencia en las manifestaciones.
Venezuela atraviesa la crisis más grave de su historia reciente, con una inflación de tres dígitos, recesión económica y escasez de alimentos, medicinas y repuestos que la oposición prevé que empeore si se aprueba la Constituyente.
La comunidad internacional ha criticado fuertemente la propuesta de Maduro y lo ha conminado a retroceder, mientras que la oposición asegura que es un pretexto para evitar las próximas elecciones -incluidas las presidenciales del 2018- y disolver instituciones críticas, como el Congreso y la Fiscalía.
Estados Unidos fue más allá y amenazó la semana pasada con imponer sanciones económicas si Maduro insiste en la Constituyente, pero el sucesor político del fallecido Hugo Chávez retrucó pidiéndole a su homólogo Donald Trump que saque sus narices de Venezuela.
¿Por qué los venezolanos tenemos que pagar los platos rotos de la enferma ambición de un partido político? Es más sencillo desmontar la Constituyente que aislar a Venezuela», dijo el líder opositor Henrique Capriles.
La oposición, consciente de que ha ganado más apoyo de la población conforme la crisis económica se agudiza, exigió al árbitro electoral que dé los números de participación en el proceso para compararlos con los 7,5 millones de venezolanos que le pidieron a Maduro detener la Constituyente en un reciente plebiscito.
Excelsior