Petróleos Mexicanos (Pemex) ya logró una etapa de estabilidad financiera para 2018 y se busca dejar al próximo gobierno un margen de maniobra, aseguró su director general, José Antonio González Anaya.
El funcionario destacó que es una señal de estabilidad hacia los mercados nacionales e internacionales la culminación de su programa de financiamiento, pues la empresa ya no tiene la necesidad de ir a los mercados para contar con los recursos suficientes y llevar a cabo sus planes de negocio de corto y mediano plazo.
González Anaya detalló que el riesgo y la incertidumbre que hasta el año pasado advertían las agencias calificadoras se redujeron de manera significativa, pues al menos 80% de la deuda de Pemex está a tasa fija, con una vigencia media de alrededor de ocho años.
Dijo que para este 2017 la empresa calcula un déficit de 94 mil millones de pesos y un techo de endeudamiento por 150 mil millones de pesos, recursos para inversión y para pagar los financiamientos que están próximos a vencer.
Sobre el megayacimiento petrolero anunciado por Talos Energy, Premier Oil y Sierra Oil & Gas, el funcionario adelantó que buscarán alianzas con esas empresas, debido a que el descubrimiento es vecino de dos asignaciones de Pemex.
Excelsior