Stan Lee, cuyos superhéroes de Marvel forman parte de la cultura popular desde hace medio siglo, fue homenajeado este martes al plasmar las huellas de sus manos y pies en el cemento del Teatro Chino de Hollywood.
El legendario artista de 94 años, creador del «Hombre Araña», «Hulk», «Iron Man», «Los 4 fantásticos» y «Thor», bromeó en la ceremonia al decir que, de haber sabido lo bueno que era en el mundo de los cómics, «hubiera pedido un aumento» de sueldo.
«He sido el hombre más afortunado del mundo porque he tenido amigos, y tener los amigos correctos lo es todo, gente con la que puedes contar, que dirán la verdad si le preguntas algo», señaló.
Lee rindió un emotivo tributo a su «maravillosa» esposa Joan, con la que estuvo casi 70 años y que murió hace menos de dos semanas a los 93 años.
El viernes pasado también fue homenajeado como «leyenda de Disney» –Marvel forma parte del estudio de animación desde hace casi una década– en la exposición D23 celebrada cerca de Los Ángeles, donde recibió una gran ovación.
Stanley Martin Lieber, su nombre de pila, nació en Nueva York el 28 de diciembre de 1922 y comenzó su carrera en 1939 como asistente en el Timely Comics haciendo un poco de todo: iba a buscar los almuerzos, llenaba frascos de tinta y revisaba textos.
Su primer trabajo publicado fue como guionista del tercer número de «Capitán América» en 1941.
Firmó bajo el seudónimo Stan Lee, que luego se convertiría en su nombre legal, porque tenía la intención de usar su verdadero nombre para escribir literatura, según reveló en su autobiografía.
Siguió trabajando en Timely, que posteriormente evolucionaría a la actual Marvel Comics, hasta convertirse en editor jefe y directivo.
