Fueron “invitados” a tomar el legislativo por el vicepresidente Tareck el Aissami. “Los hechos ocurridos hoy alejan aún más a Venezuela de la senda democrática”: México
La conmemoración solemne de los 206 años de la declaración de independencia de Venezuela se convirtió ayer en una vergonzosa demostración de fuerza y de autoritarismo por parte del régimen chavista contra los que no se someten a sus órdenes, como ocurre con la mayoría de diputados.
Mientras la Asamblea Nacional celebraba como cada año una solemne ceremonia, grupos de choque partidarios del gobierno de Nicolás Maduro (llamados colectivos) irrumpían violentamente en la Asamblea Nacional, momentos después de ser “invitados” por el vicepresidente de la nación, Tareck el Aissami, a acercarse al Parlamento, “secuestrado por la oligarquía” y “reaccionen” contra los que “pretenden entregar la patria a los intereses oscuros del imperialismo”.
“Es la hora de los pueblos, es la hora de los revolucionarios”, proclamó desde el exterior de la Asamblea El Aissami, acusado por el Departamento de Estado de EU de narcotráfico y lavado de dinero. Junto a él, aplaudiéndole, el coronel de la Guardia Nacional Bolivariana Vladimir Lugo, quien debía de encargarse de la custodia de la sede legislativa.
Golpeados y robados. En vez de proteger a los diputados, los agentes de la Guardia Nacional no hicieron nada por impedir la entrada de decenas de chavistas armados con palos, con los que hirieron y luego robaron sus pertenencias a al menos cinco diputados y otras siete personas, entre periodistas y personal administrativo.
El diputado Américo de Grazia fue uno de los más afectados por las agresiones y resultó con una contusión con herida abierta en la cabeza. Quedó tendido en el suelo inconsciente después de que fue atacado cuando intentaba ayudar a su colega Armando Armas, mientras este recibía patadas en el suelo en el exterior de la Asamblea y era despojado de sus pertenencias.
“Salí porque vi que estaban golpeando al diputado Armas y por supuesto me metí a ayudarlo a quitarle a todos esos bandidos que tenía encima y logré quitarle al menos a uno de ellos cuando sentí el golpe en la cabeza, me golpearon con un tubo o algo así”, relató desde el hospital.
El opositor Leonardo Regnault, que también resultó herido en la cabeza, advirtió: “Esto que me hicieron hoy a mí, que le hicieron a los demás compañeros, no nos va a amedrentar, no nos va a hacer que huyamos, nosotros vamos a seguir hacia adelante, vamos a seguir luchando por la libertad, por la democracia”.
El presidente del Parlamento, Julio Borges, denunció por su parte que decenas de chavistas seguían rodeando el edificio y vertiendo amenazas, horas después del sangriento asalto, sin que las fuerzas del orden hagan nada para dispersarlo.
“Parece que se les terminaron las bombas lacrimógenas, porque no usaron ni una sola”, ironizó, aludiendo a la represión de las fuerzas bolivarianas contra los jóvenes que se manifiestan contra el régimen cada día.
Siete horas de asedio. Tras más de siete horas de asedio, 94 diputados opositores, 108 periodistas y 120 trabajadores de la Asamblea “secuestrados por grupos armados afectos al gobierno” fueron finalmente liberados.
Una periodista denunció que al abandonar el recinto fue perseguida junto a varios colegas por personas identificadas con el chavismo que les gritaban insultos y les amenazaban con pistolas. “Nos tiraron piedras, nos amenazaron y nos salvamos porque pasó un autobús en el que logramos huir”, apuntó la periodista, que prefirió no identificarse.
FOTO:Especial
FUENTE:Crónica