domingo, noviembre 24, 2024
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El ascenso de Tesla plantea un problema para la industria petrolera

La popularidad de los automóviles eléctricos, autónomos y compartidos hará que sea mucho más barato moverse en el futuro, lo que por supuesto aliviará la presión sobre la demanda de petróleo.

Los ejecutivos de ExxonMobil deberían preocuparse por el crecimiento explosivo de Tesla, que este año superó a Ford y a General Motors como la automotriz más valiosa de Estados Unidos.

Tesla literalmente no puede fabricar su auto Model 3 —dirigido al mercado masivo— lo suficientemente rápido para satisfacer la enorme demanda de coches eléctricos. El impresionante ascenso de Tesla —y la creciente popularidad de los vehículos eléctricos a nivel general— plantea un problema flagrante para la industria petrolera.

Considera que casi la mitad (45%) del apetito masivo de Estados Unidos por petróleo crudo proviene de los vehículos de pasajeros. Eso significa que cada Tesla o Chevy Bolt vendido elimina uno de los mejores y más confiables clientes de las grandes petroleras.

Todo esto, combinado con los grandes avances en automóviles de bajo consumo, ha llevado a los ejecutivos petroleros a contemplar lo que antes era impensable: la demanda mundial de petróleo podría alcanzar un pico.

“Veremos un pico en el petróleo. La pregunta es: ¿cuándo?, dijo Brian Youngberg, analista de energía de Edward Jones.

Es innegable que los autos eléctricos tienen un impulso serio. El número de vehículos eléctricos superó los 2 millones en 2016, según un informe de la Agencia Internacional de Energía, publicado este miércoles. Y los principales fabricantes de automóviles como Volkswagen, Ford y Honda han anunciado metas ambiciosas para vender más y más autos eléctricos.

Pero, ¿cuántas personas conoces que posean un auto eléctrico? Probablemente no muchas.

Los vehículos eléctricos representaron solo el 0.2% del total de vehículos ligeros en carretera en 2016, dijo la Agencia Internacional de Energía (AIE). El crecimiento al rojo vivo también se ha enfriado un poco. El año pasado fue la primera vez desde 2010 que el crecimiento de las ventas de vehículos eléctricos se hundieron por debajo de 50%.

“La escala alcanzada hasta ahora sigue siendo pequeña”, dijo la AIE.

Es por eso que la AIE concluyó que los vehículos eléctricos “todavía tienen un largo camino por recorrer” antes de alcanzar la escala necesaria para hacer una “mella significativa” en la demanda mundial de petróleo y las emisiones de gases de efecto invernadero.

Considera estas predicciones de Morgan Stanley, un gran creyente del potencial de los autos eléctricos.

El banco de inversión predijo en un reciente informe que los vehículos eléctricos podrían representar un increíble 50% a 60% de las ventas mundiales de vehículos ligeros en 2040. Un mundo de “transporte compartido, autónomo y eléctrico está llegando”, escribieron analistas de Morgan Stanley dirigidos por Adam Jonas.

Sin embargo, la empresa dijo que es “sorprendentemente constructiva” en la demanda de petróleo, al menos en relación con las opiniones pesimistas que se han vuelto más populares recientemente.

¿Por qué? La popularidad de los automóviles eléctricos, autónomos y compartidos hará que sea mucho más barato moverse en el futuro, haciendo que el número de kilómetros globales viajados se duplique para 2030 y se triplique para 2040. Eso, por supuesto, aliviará la presión sobre la demanda de petróleo.

“Creemos que la tesis del ‘pico en la demanda de petróleo’ tiene un punto ciego muy grande en los kilómetros recorridos”, escribió Morgan Stanley.

Por su parte, la industria petrolera está más concentrada en estos días en el apetito por el petróleo por parte de las economías de rápido crecimiento como India y China. El pensamiento es que un mayor consumo en los países en desarrollo podría compensar el debilitamiento de la demanda de Estados Unidos y Europa.

“De ahí provendrá la demanda de petróleo en el futuro”, dijo Youngberg de Edward Jones.

También vale la pena señalar que las mayores compañías de energía como Exxon y Chevron ya han diversificado modelos de negocio que les permiten cubrir un poco sus apuestas. Gran parte de su negocio proviene del gas natural, que ayuda a alimentar la red eléctrica que alimenta a los autos eléctricos.

Exxon abordó la cuestión de los autos eléctricos en su informe de perspectivas energéticas a largo plazo. No es de extrañar que Exxon sea más cauteloso acerca del futuro de los autos eléctricos, al predecir que solo representarán más del 10% de las ventas de automóviles nuevos en Estados Unidos en 2040. Exxon también espera que el petróleo y el gas natural sigan siendo los principales proveedores de energía global para 2040.

Sin embargo, incluso Exxon admite que las nuevas tecnologías y una mayor eficiencia de combustible llevarán la demanda energética de los vehículos a “un pico y, finalmente, a disminuir”.

Por supuesto, las predicciones a largo plazo son intrínsecamente difíciles de hacer.

Una pregunta clave: ¿cómo promoverá Estados Unidos y otras naciones la adopción de vehículos eléctricos como una forma de reducir las emisiones de carbono? Ese misterio se profundizó la semana pasada cuando el presidente Donald Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo climático de París.

El futuro de los autos eléctricos también depende en gran medida de la rapidez con que Tesla y otros puedan reducir el costo de los vehículos y el almacenamiento de la batería.

“»Hace cinco años, realmente no estábamos hablando de Tesla, así que, ¿quién sabe de qué estemos hablando dentro de cinco o diez años?”, dijo Youngberg.

 

FOTO:Especial

FUENTE:Expansión CNN

 

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