En el escenario vemos el país de Nunca Jamás en donde el eterno adolescente Peter Pan lucha contra Garfio y defiende a Wendy y a los niños perdidos. Así es esta tierra de fantasía en dónde volando se llega fácilmente de un lugar a otro, y es más divertido cuando se pueden hacer piruetas.
Peter Pan es un musical de gran formato que se presenta por segunda vez en México, producido por Ocesa. Con 30 personas trabajando en el equipo técnico, otros 30 actores en escena, 80 cambios de vestuario y 300 kilos de iluminación que hacen que el espectáculo sea muy vistoso. De lo que más llama la atención son los vuelos de Lolita Cortés que interpreta a Peter Pan.
Platicamos con Ana Sánchez, stage manager, quien nos dijo:
“Estamos en una bodega, no en un teatro como tal. La dirección técnica armó una parrilla porque contamos con dos vuelos sobre el público. Lola trae un arnés bajo el vestuario con ganchos en la cadera, y para el vuelo sobre el público en la espalda solo uno porque es un péndulo. Estos son manuales, se hacen por medio de dos operadores, uno que la levanta y otro que hace el viaje. Y en los péndulos es una persona que tiene que brincar aproximadamente dos metros con la cuerda para poder levantar a Lola. Vinieron especialistas a hacer la instalación y enseñar a operarla”.
Peter Pan en los vuelos se levanta del escenario siete metros, y cuando es sobre el público son nueve. Son ocho técnicos encargados en voladoras.
En cuanto a los cambios escenográficos son varios, entre otros; la recámara de los niños que tiene cinco piezas, tres de las cuales son automatizadas. Además de Nunca Jamás, la guarida de los niños y el barco, entre otros.
“La escenografía ya estaba de la producción pasada, pero se le dio mantenimiento. Todos los movimientos cuando entra Peter Pan a la recamara de los niños son manuales: abrir la ventana, tirar los juguetes. Para las acciones de campanita hay muchos técnicos detrás de escena, moviendo las cosas a mi señal. Nada es automatizado en esta parte sino coordinado por el equipo técnico”.
La música es en vivo y formada por cuatro pianistas, un baterista y un contrabajo. Desde la cabina se corre toda la función. Si algo sale mal, se debe solucionar a la brevedad.
“La función debe continuar, salvo que suceda algo muy grave como que se cae un telón o algo automatizado que no se mueve. Hay cosas que no son visibles para el público y se tratan de solucionar desde atrás. Si algo se atora se mete un técnico, sin que se vea, porque lo cubrimos con iluminación, y lo mueve manual”.
El equipo técnico debe llegar dos horas antes de cada función al teatro, tienen un check list y deben revisar que todo funcione: lo que sube y baja, lo que entra y sale. Firman y entonces puede empezar la función. Lo mismo en el área de pelucas y vestuario.
“Lola no usa peluca, sino que trae el cabello pintado de azul. Garfio usa dos pelucas por función porque se despeina muy rápido y suda. Mucha ropa se va a la tintorería”.
Peter Pan está recomendada para toda la familia y se presenta en el Gran Teatro Moliere, en la calle de Moliere 328, en Polanco, con funciones de viernes a domingo y precios de los boletos desde $350 pesos mexicanos.
