Irina Shayk estaba deseando volver al Festival de Cine de Cannes. Así lo hizo saber hace un par de días en su cuenta de Instagram y ese día por fin ha llegado.
Enfundada en un espectacular diseño de Versace color amarillo, uno de los tonos de la temporada, la modelo rusa posó de nuevo en la red carpet de la que fue la auténtica protagonista.
Completó el look con unas sandalias de pulsera amarillas en el mismo tono del vestido. A su look no le faltaba detalle.
Y como si quisiera emular a las divas de Hollywood, Irina Shayk soltó su melena, que peinó con unas ondas muy sofisticadas, y se decantó por un maquillaje en tonos suaves y labios rosas, elaborado por L’Oréal Paris, la firma de la que es embajadora.
Tal y como se podría apreciar en la imagen de hace unas semanas en bikini, la prometida de Bradley Cooper, que es una de las modelos más icónicas del festival, ha recuperado totalmente la figura después de convertirse en madre por primera vez de Léa de Sena.