Muchas cosas apasionantes sucedieron en la vida del actor Gustavo Rojo, quien falleció ayer a los 93 años, pero quizá la que más pinta su talante sea la del tórrido romance que mantuvo con Brigitte Bardot. “Tenía 23 años y coincidimos en Madrid durante el rodaje de dos diferentes películas, ella con Los joyeros del claro de luna y yo con La guerra empieza en Cuba”, contó Rojo a EL UNIVERSAL en una entrevista publicada cuando cumplió 88 años.
Bardot lo vio en un restaurante y quiso conocerlo, pero Rojo no cedió a la primera. No por vanidad sino porque acababa de fallecer su esposa. Bardot se fue con su producción a Torremolinos y un día le mandó telegrama con una sola palabra: “Ven”.
Y fue. La historia fue así, según sus palabras: “¿Quién podía resistirse a esa mujer? Durante varias semanas ella iba a Madrid a mi departamento y yo iba a Torremolinos a buscarla”.
La galanura de Gustavo Rojo fue sello en su carrera, pero también su participación en proyectos globales.
Aunque habló de los planes de escribir su biografía, fue un sueño que no pudo realizar. Ayer, su hija Ana Patricia Rojo informó que había muerto. “Se cerró el telón, pero su luz, su amor y su enseñanza seguirá conmigo por siempre… fuiste el mejor padre y el mejor abuelo”, escribió en Instagram.
