La diputada María Guadalupe Murguía antepuso sus intereses partidarios a los de la Cámara de Diputados, precisó el PVEM
El Partido Verde Ecologista de México se manifestó por la destitución de la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, María Guadalupe Murguía Gutiérrez, por violentar los principios de legalidad, imparcialidad, pluralidad y eficiencia legislativa, al favorecer al PAN, partido del cual emana, durante la sesión del pasado 20 de abril cuando se realizaba la sesión para discutir el dictamen referente a la última generación de mamíferos marinos en cautiverio.
La bancada de este partido en San Lázaro, informó que llevará su queja este lunes a la Junta de Coordinación Política (Jucopo), ya que la actitud de la diputada Murguía constituye un acto grave y va en contra de las responsabilidades de los servidores públicos que están obligados a conducirse con honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia como señala la ley.
En un comunicado de prensa, el grupo parlamentario del Partido Verde señaló que la diputada Murguía se burló de la Ley y permitió que otros legisladores también lo hicieran, cometiendo diversas violaciones tanto a la Ley Orgánica del Congreso como al Reglamento de la Cámara de Diputados, pues al momento de la discusión y votación del dictamen en cuestión la Presidenta, de manera tendenciosa, favoreció la posición de su partido, el cual decidió en dos ocasiones (6 y 20 de abril del presente año), de manera premeditada, reventar la sesión para evitar que se aprobara el dictamen referido.
Los diputados ecologistas sentenciaron que la conducta inadecuada de la diputada Murguía, demostró que no es capaz de garantizar el equilibrio entre las diferentes fuerzas políticas y que antepone sus intereses partidarios a los de la Cámara de Diputados.
Añadieron que la diputada en cuestión dirigió las sesiones sin velar por el equilibrio entre las libertades de los legisladores y la eficacia en el cumplimiento de las funciones constitucionales de la Cámara. Igualmente se olvidó de hacer prevalecer el interés general de la Cámara por encima de los intereses particulares o de grupo.
Los diputados ecologistas consideran que lo más grave de todo es que, en una clara muestra de desdén por la legalidad, se negó a votar el referido dictamen, haciendo caso omiso a lo que dispone el artículo 144, numeral 3 del Reglamento de la Cámara, el cual establece que “mientras se realice la votación, ningún diputado o diputada deberá salir del salón de sesiones ni excusarse de votar”. Finalmente, sin ninguna razón ni fundamento jurídico, se negó a otorgarles el uso de la palabra a diputados de otros partidos y unilateralmente decidió clausurar la sesión.
Fuente: Excélsior