La plataforma Loggapp, que conecta a viajeros para intercambiar productos por dinero, no recibió apoyo en México, pero sí fue impulsada por incubadoras en Chile y Francia.
Durante su intercambio estudiantil en Chile, Gustavo Hernández, veracruzano de 22 años, extrañaba comer mazapanes y tortillas. Cuando le pidió a su familia que le mandaran algunos de estos productos, se dieron cuenta de que los precios por envío eran muy costosos y le dijeron que tuviera paciencia y esperara a su regreso a México.
Por suerte, ese año se celebró en Santiago la justa futbolera Copa América, por lo que muchos mexicanos viajaron a la capital chilena y algunos conocidos pudieron llevarle sus antojos.
“Cuando volví y le conté a mis amigos esa historia, algunos de ellos me dijeron: ¿y por qué no haces una app tipo Airbnb para que la gente pueda hacer lo mismo? ”, cuenta el estudiante de 22 años de ingeniería en tecnología computacional del Tecnológico de Monterrey.
Así nació, en octubre de 2015, Loggapp, una plataforma para poner en contacto a viajeros con habitantes de un país para que los visitantes lleven productos locales a cambio de una recompensa. Actualmente en beta de Android, planean lanzarla al mercado en abril de este año en México, Chile, Perú y Francia.
Los usuarios de la app pueden realizar pedidos de diversos productos (regulados de acuerdo con las leyes aduanales de cada país), cuando otro usuarios publican sus fechas de viaje a ese destino, el algoritmo los pone en contacto.
El viajero recibirá una recompensa monetaria que se calcula con base en tamaño, peso y dificultad para encontrar el producto con el que tendrá que viajar. Como candado de seguridad, los usuarios solo pueden pedir productos nuevos y sellados, por lo que sería imposible usar la app para pedir algo casero.
Pese a encontrarse en versión beta, ya tienen 6,000 usuarios registrados y han realizado 226 entregas desde octubre de 2016. Por ahora, los pagos se realizan con la ayuda de PayPal, que se queda con un 5% del pago total, mientras que Loggapp recibe el 15%.
¿APOYO? EN EL EXTRANJERO
La idea de Hernández nació en octubre de 2015 y rápidamente buscaron apoyo de empresas, gobierno y emprendedores en México. Sin embargo, se toparon con una pared.
“En México, si eres joven no te toman en serio. En todos lados nos decían que no”, cuenta el joven que ahora vive en París junto con dos de sus socios, también estudiantes del Tec de Monterrey.
Gracias a sus contactos en Chile, se enteraron de la iniciativa Startup Chile, un programa de aceleración e incubación de proyectos en etapa inicial y fueron seleccionados a pasar un año de mentoría con un capital semilla de 30,000 dólares.
“El ambiente era muy diferente en Santiago, había apoyo de todo tipo de inversores, y aún cuando no invertían con capital, se interesaban en aconsejar”, asegura Hernández. “En México el ecosistema es grande, pero al mismo tiempo pequeño porque lo monopolizan pocos jugadores”.
Tras su estancia en Chile, concursaron en una iniciativa del gobierno francés, llamada FrenchTechTicket para apoyo a la innovación internacional. Fueron uno de los 100 proyectos seleccionados, de entre 3,000 participantes, para obtener una residencia de un año en una incubadora, 4 años de visa de estancia en Francia y 57,000 euros para aceleración.
Con este apoyo, esperan ser autosustentables y llegar a los 10,000 usuarios este mismo año.
Regresar a México, tras el año de aceleración, no está en sus planes.
“Llevamos solo 2 meses y ya gobiernos, fondos de inversión y empresas han estado sobre nosotros para brindarnos apoyo y conexiones. La oportunidad más grande para nuestro negocio es acá, hay más economía colaborativa y hay más estudiantes extranjeros”, concluye Hernández.
Foto: Especial
Fuente: Expansión CNN