Arqueólogos chinos desenterraron seis antiguas ciudades, cada una de ellas construida sobre las ruinas de las que le antecedieron en el tiempo, en un mismo yacimiento en el centro del país, informó ayer el South China Morning Post.
El hallazgo es el resultado de un lustro de trabajo de excavación en el yacimiento de Xinzheng, en la ciudad de Kaifeng, una de las más antiguas del país y que llegó a ser capital en varias dinastías chinas.
La más antigua de estas ciudades, llamada Kailang, se remonta a la época de los Reinos Combatientes (475-221 AC, periodo inmediatamente anterior a la primera unificación de China), mientras que la más moderna, ya con el mismo nombre actual de Kaifeng, data de la última dinastía imperial, la Qing (1644-1911).
El yacimiento se encuentra en la orilla sur del río Amarillo, lo que favoreció la desaparición de ciudades en ruinas -víctimas de inundaciones o de los sedimentos dejados por la corriente- antes de que se construyeran otras nuevas en el mismo lugar, destacaron los responsables del descubrimiento.
Las primeras noticias sobre la posible existencia de estas seis ciudades ya se publicaron en el año 2006, aunque las excavaciones no se iniciaron hasta 2012, y sus resultados del proyecto -convenientemente bautizado “Ciudad sobre Ciudad”- han cristalizado ahora.
Cada ciudad está enterrada a unos dos metros de profundidad con respecto a la que le sucedió en el tiempo, y Kailang, la más antigua, se encontró a 12 metros bajo tierra, señaló el diario South China Morning Post.
Según la información, las seis urbes presentan similitudes de diseño urbanístico, especialmente por la presencia de un eje norte-sur que todavía es muy frecuente en las grandes ciudades de la civilización china, incluyendo la actual capital, Pekín.
Las seis antiguas ciudades también comparten similar emplazamiento de sus calles principales, así como casi idéntica localización de las puertas amuralladas que daban acceso a las poblaciones.
Foto: Especial
Fuente: Crónica