La próxima batalla en el caso penal contra Bill Cosby será para decidir si los fiscales podrán usar la escabrosa declaración jurada del comediante, en la que éste dijo que les dio pastillas y alcohol a mujeres con las que quería tener sexo. El material podría ser vetado en su juicio, luego que el juez dictaminara que la mayoría de las mujeres involucradas no podrán testificar.
El juez Steven O’Neill debe resolver el aparente conflicto entre dos fallos clave previos al juicio que hizo en meses recientes: uno permite el uso de la declaración jurada de Cosby, mientras que el otro excluye a la mayoría de sus acusadoras.
Ambas partes intentarán resolverlo en una serie de informes que presentarán en las próximas semanas. El inicio del juicio está previsto para el 5 de junio en un suburbio de Filadelfia.
Cosby, de 79 años, está acusado de drogar y abusar sexualmente de la exempleada de la Universidad de Temple Andrea Constand en la casa de él en el 2004. El astro de la TV vio destruida su reputación como el «Papá de América» con señalamientos de abuso sexual que podrían llevarlo a prisión por 10 años, de ser hallado culpable. Cosby ha dicho que sus encuentros sexuales con estas mujeres fueron de mutuo acuerdo.
El comediante hizo su comprometedora declaración hace más de una década como parte de una demanda presentada en su contra por Constand que se resolvió por una suma no revelada.
Algunos abogados veteranos dudan que los fiscales puedan usar su testimonio sobre otras mujeres, pues representaría un modo furtivo de presentar evidencia que el juez ya ha bloqueado.
«Debe excluirse», dijo Alan Tauber, un abogado defensor que enfrentó un asunto similar en un juicio de abuso a un sacerdote en Filadelfia. De lo contrario, dijo Tauber, el fallo que prohíbe que las otras mujeres suban al estrado sería considerado «un gesto totalmente académico sin ningún significado».
Si el material se excluye, el jurado no oirá a Cosby admitir que le dio metacualona a una chica de 19 años a la que conoció en una tienda de un hotel antes de tener sexo con ella; o que le dio tres bebidas a una actriz adolescente en su residencia en Nueva York durante una supuesta clase de actuación antes de llevarla a un sofá donde, según ella, el comediante le pidió sexo oral; o negar que conocía a una masajista de Las Vegas o a una mesera de Sausalito, California, que dicen que fueron violadas y atacadas.
«No creo que se presente nada de esto», dijo David Rudovsky, un abogado penal y profesor de derecho en la Universidad de Pensilvania.
Los fiscales esperaban llamar a otras 13 acusadoras para tratar de mostrar un patrón con el que Cosby drogó y abusó de mujeres a lo largo de 50 años.
En una victoria para Cosby que podría ser aún más grande en el juicio, O’Neill decidió la semana pasada que el jurado solo podrá oír la más reciente de esas alegaciones, presentada por una mujer que trabajó para el agente de Cosby en la Agencia William Morris. La mujer dijo que Cosby la drogó y violó durante un almuerzo de negocios en 1996.
A Cosby no le preguntaron sobre esta mujer en la declaración jurada porque ésta aún no se había pronunciado.
Sin embargo, el juez sí podría permitir partes más generales de la declaración de Cosby sobre su uso de metacualona. En su testimonio, Cosby dijo que obtuvo de su médico unas siete recetas del poderoso sedante en los años 70.
«Cuando obtuvo la metacualona, ¿tenía en mente usarla con jóvenes mujeres con las que quería tener sexo?», le preguntó la abogada de Constand, Dolores Troiani.
«Sí», respondió Cosby.
Joseph Cammarata, el abogado de la acusadora que conoció a Cosby en Las Vegas, dijo que su declaración sobre metacualona debería permitirse por no referirse específicamente a su cliente ni a nadie más.
«Él habla de cómo aborda el contacto sexual con las mujeres. Su estrategia es, ‘tengo metacualona que no es para mi propio uso. … La voy a usar para tener sexo con jovencitas’. Esa es una admisión bastante importante y poderosa», dijo Cammarata.
Cuando a Cosby le preguntaron durante la deposición si tenía metacualona u otra droga similar a mano cuando se reunió con Constand, su abogado intervino antes de que el actor pudiera responder.