El ministro de Relaciones Exteriores dice al Parlamente que deben usar todas las herramientas a su disposición para construir un terreno común con el presidente de EEUU
El gobierno británico defendió este lunes su decisión de ofrecer al presidente estadounidense, Donald Trump, una pródiga visita estatal y una audiencia con la reina este año, desafiando las protestas fuera del parlamento y el disentir de los legisladores.
El gobierno de la primer ministra Theresa May quiere reafirmar la «relación especial» con Estados Unidos y asegurar un acuerdo comercial mientras Gran Bretaña se prepara para salir de la Unión Europea.
«Es crucial de Estados Unidos, creemos que es totalmente correcto que debamos usar todas las herramientas a nuestra disposición para construir un terreno común con el presidente Trump», dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Alan Duncan, al Parlamento.
Duncan también describió las visitas de Estado como «la herramienta diplomática más importante de Gran Bretaña», diciendo que el viaje de Trump seguiría adelante como estaba previsto.
La visita ha impulsado a 1.8 millones de personas en Gran Bretaña a firmar una petición para que no sea una visita de Estado porque podría avergonzar a la reina Isabel.
Mientras el Parlamento debatía esa petición el lunes -una discusión simbólica que no tiene poder para obligar al gobierno a retirar su invitación-, alrededor de 7,000 manifestantes se reunieron afuera con pancartas en contra del presidente estadounidense.
«Es sobre el aumento del odio y el extremismo, que es personificado por Trump, no solo por él, sino que representa lo que está sucediendo en el mundo en este momento», dijo la manifestante Alison Dale, de 61 años.
«La invitación fue de rodillas y nos hizo parecer desesperados, ahora estamos dejando la Unión Europea, está claro que estamos desesperados por los acuerdos comerciales, y nos vemos débiles».
Desde que asumió el cargo en enero, Trump ha provocado protestas mundiales por sus planes para prohibir a los inmigrantes de siete países de mayoría musulmana, y de las activistas que lo llaman misógino.
Trump dice que sus órdenes de inmigración están dirigidas a proteger a Estados Unidos y que sus opositores han malinterpretado sus intenciones.
La primer ministra ha dicho que no considerará cancelar la visita. La gestión de la reacción se añade a su lista diplomática de «tareas pendientes» mientras se dedica a reunir a un país dividido por el brexit ya negociar un divorcio con socios comerciales europeos.
Fuente: CNN Expansión