El artista británico David Bowie, fallecido en enero del año pasado, hizo pleno y logró los cinco Grammy póstumos a los que aspiraba en la 59 edición de los premios más relevantes de la industria de la música.
Bowie se impuso en las categorías de mejor canción rock (Blackstar), Mejor Actuación Rock y Mejor Álbum de Música Alternativa.
También se coronó en los campos de Mejor Diseño de Empaque (compartido con el director artístico Jonathan Barnbrook) y Mejor Ingeniería Musical en un Álbum de Música No Clásica (junto a Tom Elmhirst, Kevin Killen, Tony Visconti y Joe LaPorta), todos ellos por su último disco, Blackstar.
Se trata de los primeros Grammy musicales que logra Bowie. El rockero británico previamente consiguió en 1984 un gramófono al Mejor Video en Formato Corto, por Jazzin’ for Blue Jean.
Donny McCaslin, uno de los componentes del grupo con el que Bowie grabó el álbum, indicó a los medios presentes en la sala de prensa del Staples Center que el artista ya preparaba más material en el momento de su muerte.
No hubo restricciones temporales por su parte para grabar y completar el disco. Recuerdo que lo terminamos en marzo de 2015 y no sabíamos cuándo vería la luz. De hecho, cuando se publicó en enero de 2016, estábamos hablando para volver a reunirnos en el estudio ese mismo mes para grabar temas nuevos», apuntó el músico.
A David le encantó comprobar cómo estaba gustando el disco. Para él significó mucho que tuviera tan buenas criticas. Me sorprende que hasta hoy únicamente tuviera un solo Grammy. Este disco es profundo y es magnífico. Me alegro mucho por él, por su familia y por sus fans. Estamos entusiasmados», manifestó.
McCaslin recalcó que Bowie creó un ambiente de gran colaboración en la banda e invitó a sus miembros a probar e improvisar tanto como quisieran.
Nos hizo sentir realmente cómodos y confiados en nuestro talento, aunque en realidad las canciones llegaban a nosotros bastante completas. Él tocaba todos los instrumentos en las demos que nos enviaba», develó.