Poco a poco se van conociendo más detalles acerca del Samsung Galaxy S8, el próximo modelo de teléfono inteligente de alta gama con el que la firma surcoreana aspira a recuperar terreno en el mercado y, de paso, enterrar la pesadilla del fracaso del Note 7.
Según ha desvelado el medio especializado «Venture Beat», el nuevo buque insignia del gigante asiático se presentará el 29 de marzo en un evento posterior a la feria Mobile World Congress de Barcelona. Esta estrategia se ha percibido como un intento de la marca de cara a obtener una mayor atención mediática en un momento en el que se la juega en el mercado del móvil.
Dos versiones diferentes
En cuanto a sus características, y atendiendo exclusivamente a las últimas filtraciones, todo indica que el Galaxy S8 contará con dos versiones diferenciadas por tamaño, de 5.8 y 6.2 pulgadas, con paneles tipo Amoled -tecnología propia basada en OLED que logra colores intensos y negros profundos- y resolución QHD (2.560 x 1.440 píxeles). Y apoyadas por el concepto Edge, es decir, curvadas por sus laterales.
Aprovechando los marcos
Con pantallas sensibles a la presión
Otro de los aspectos que se han filtrado en esta ocasión destaca la incorporación de un nuevo sistema similar a Force Touch presente ya en los iPhone más avanzados y que consistirá en que el usuario puede ejecutar acciones en función de la presión de los dedos, una nueva forma de interactuar con las pantallas y que también se está extendiendo entre los modelos más recientes.
Chips más potentes y eficientes
En cuanto a sus prestaciones técnicas, el Galaxy S8 -y siempre atendiendo a las filtraciones- contará casi en exclusiva con la instalación del chip Snapdragon 835 de Qualcomm, que promete una mayor eficiencia energética y una mejora en el visionado de contenidos en realidad virtual, aunque también se encontrarán versiones adaptadas al tipo de mercado que vendrán con el procesador de fabricación propia, un Exynos. Todos ellos se fabricarán en 10 nanómetros en comparación con los 14 nanómetros de anteriores procesadores como el Snapdragon 821. De forma que se cumplirá la máxima de la conocida Ley de Moore.
La lupa estará en sus baterías
Todo ello apoyado por 4 GB de memoria RAM que, sobre el papel, el conferirán un buen rendimiento aunque para algunos analistas unos guarismos algo cortos en la actualidad, así como 64 GB de memoria interna, aunque ampliables mediante el empleo de tarjetas microSD. hasta 256 GB. Su batería llegará hasta los 3.000 mAh. Este será uno de sus características más controvertidas que se mirará con lupa, máxime a los problemas derivados del Note 7.
Con «jack» y «enchufable» a un monitor
El Galaxy S8 estrenará también un conector USB-C y contará, pese a las dudas iniciales, tendrá clavijas «minijack» de 3.5 milímetros, así como un apartado de audio completado por altavoces estéreo. Sus cámaras, sin embargo, no reflejarán un avance sustancial respecto al anterior modelo, el Galaxy S7, conformándose por la configuración de 12 megapíxeles y frontales de 8 megapíxeles y apertura F1.7. Sin embargo, sus lentes contarán con una nueva funcionalidad que permitirá al usuario realizar búsquedas de objetos mediante un sistema de reconocimiento visual. Uno de los aspectos más interesantes del terminal será que contará con un servicio que permitirá conectar el dispositivo a un monitor y que recuerda a Continuum, de Microsoft.
Foto: Especial
Fuente: ABC Tecnología