Docenas de sobrevivientes de Auschwitz colocaron ofrendas florales en el muro de ejecución del antiguo campo de exterminio nazi.
Así fue el homenaje a las víctimas del régimen de Adolf Hitler exactamente 72 años después de la liberación del campo.
El 27 de enero se conmemora el día de 1945 en que el Ejército soviético liberó el campo en la Polonia ocupada por los alemanes.
La fecha se reconoce como el Día Internacional del Recuerdo del Holocausto y se celebran actos en diferentes lugares de Europa e Israel.
La Primera Ministra polaca, Beata Szydlo, y algunos de los últimos supervivientes de Auschwitz rindieron homenaje a las víctimas.
En un momento en el que el antisemitismo está al alza en Europa, Szydlo dijo a las decenas de personas que se reunieron en el campo que el sufrimiento de las víctimas era una herida que nunca puede curarse ni se debe olvidar.
«Nadie puede comprender este sufrimiento», expresó Szydlo.
«Quiero que hoy salga otra vez desde este lugar el mensaje de que lo que ocurrió en este campo alemán fue malvado… Un mal que puede ser superado con el bien. La memoria y la verdad son responsabilidad nuestra, son nuestras armas contra el mal», agregó.
El Ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, señaló que la palabra «Auschwitz» pasó a simbolizar todos los campos de exterminio y toda la persecución y maquinaria de la muerte nazi, que quedó en la historia de Alemania.
Aunque Alemania no puede cambiar ni deshacer lo ocurrido, señaló Steinmeier, el país tiene una obligación continuada de conmemorar el genocidio, rendir homenaje a la memoria de las víctimas y asumir la responsabilidad por los crímenes.
En una referencia a la inestabilidad política del mundo actual, el Ministro añadió que la historia debe ser una lección, una advertencia y un incentivo al mismo tiempo.
«El recuerdo puede existir y no debe tener fin».
Las declaraciones de Steinmeier se produjeron horas antes de que cediera el puesto de Ministro de Exteriores al actual Ministro de Economía, Sigmar Gabriel.
Además, Alemania llamó a rescatar del olvido a las 300 mil víctimas de la eutanasia practicada por el régimen nazi en personas enfermas y discapacitadas, y recordó que la muerte de muchas de ellas en cámaras de gas sirvió como «ensayo» y «modelo» para los posteriores asesinatos masivos en los campos de exterminio.
«Sólo a través de las biografías de los torturados y asesinados es posible comprender realmente el mal que se hizo a personas inocentes, al escuchar y leer sus historias les devolvemos, al menos con carácter póstumo, su dignidad», dijo en un discurso ante el Bundestag, la cámara baja del Parlamento alemán, su presidente, Norbert Lammert.
«La ‘eutanasia’ nacionalsocialista es una perversión del juramento hipocrático, porque los asesinatos se cometían con el argumento hipócrita de que servían al interés general, también al de los pacientes».
El Papa Francisco también llamó a no olvidar el sufrimiento de las víctimas del Holocausto, en un mensaje publicado en sus diferentes perfiles de Twitter.
«Hoy deseo recordar con el corazón a todas las víctimas del holocausto. ¡Que sus sufrimientos y sus lágrimas no sean olvidados nunca!», escribió el Pontífice en un mensaje publicado en español, inglés, francés, alemán, italiano, árabe, polaco, portugués y latín.
Por su parte, el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, prometió estar en el frente de la lucha contra el antisemitismo y otras formas de odio.
«Trágicamente, y a pesar de nuestra resolución, el antisemitismo sigue floreciendo», dijo Guterres.
«También asistimos a un preocupante aumento del extremismo, la xenofobia, el racismo y el odio antiislámico. La irracionalidad y la intolerancia están de vuelta».
En Auschwitz, que hoy es un monumento y un museo, los ancianos sobrevivientes también recordaron a los muertos llevando bufandas de rayas en alusión a la ropa que vestían los presos del campo.
Los visitantes caminaron despacio bajo la famosa puerta, que muestra las palabras «Arbeit Macht Frei» (El trabajo los hará libres) y llegaron en grupo hasta el muro de las ejecuciones, donde rezaron y colocaron velas encendidas.
Janina Malec, una sobreviviente polaca cuyos padres murieron en el muro de ejecuciones, dijo a la agencia de noticias PAP que visitará el lugar mientras viva y añadió que lo hace cada año como un peregrinaje.
Fuente: Reforma