Ser uno de los protagonistas de la película mexicana La Caridad ayudó a Jaime Garza más de lo que el público puede imaginarse. Acababa de tener una gran pérdida física y fue ahí cuando de alguna manera la actuación lo salvó.
“Esta película se hizo recién amputado, tenía yo un mes de amputado si acaso y a mí me sirvió, fue hasta como terapia para mí, decir que me falta una pierna pero puedo seguir trabajando, puedo seguir, claro, con limitaciones, pero se puede, hay que dar la cara y echarle ganas, depende de uno, ser positivos”, dijo a los medios de comunicación al presentar este filme que llegará a salas de cine el próximo 20 de enero con las actuaciones también de Verónica Langer y Adriana Paz.
Recordó que fue hace 42 años cuando debutó en teatro en La Casa del Lago y ahora, además de esta película ha tenido apariciones especiales en capítulos de La Rosa de Guadalupe y telenovelas como El Bienamado aunque tampoco deja de lado el teatro.
“Adoro mi profesión, la quiero mucho y espero seguir mientras Dios me preste vida en esta maravillosa carrera”, agregó.