Una nueva investigación confirma que bajar esos kilitos de más consiste en mucho más que dieta, ejercicio y voluntad.
1. HÍGADO TÓXICO
Un hígado congestionado por contaminantes químicos, preservativos, metales pesados y exceso de grasa no puede funcionar bien para quemar grasa y regular las hormonas.
Generalmente cuando limpias tu cuerpo, el hígado y la bilis se asegurarán de quemar grasa y eliminar toxinas y desechos.
2. GRASA FALSA
Podrías estar cargando entre 10 y 15 libras de tu peso en agua por bloqueos de líquido en los tejidos.
Esta grasa falsa puede detonarse por no beber suficiente agua o por no consumir la proteína suficiente.
3. MIEDO A LA GRASA
Puede que siga pareciendo demasiado bueno para ser verdad el hecho de que puedes comer grasa para perder peso.
Sin embargo, es verdad, siempre y cuando consumas el tipo indicado de grasas, como el aguacate y el coco.
Las hormonas como la insulina pueden afectar de manera dramática tu peso.
La insulina es detonada por un exceso de carbohidratos, es por eso que la clave es mantener los niveles de insulina bajos. ¿Cómo? Teniendo una dieta alta en grasas saludables y proteína.
5. ESTRÉS
La hormona del estrés llamada cortisol, es otro promotor de la grasa como la insulina.
Dormir de manera inadecuada interfiere con la habilidad del cuerpo para metabolizar los carbohidratos y afecta los niveles de cortisol, los cuales también se elevan por no descansar y por el estrés.
6. BACTERIA INTESTINAL
Los probióticos son parte fundamental para tener buena salud y están íntimamente conectados a cada órgano y tejido de tu cuerpo.
Investigadores han encontrado relación entre el control de peso y la bacteria intestinal.
Fuente: COSMOPOLITAN