Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) detuvieron a dos personas en posesión de tres buches de totoaba, cuyo costo en el mercado negro alcanza precios de hasta 60 mil dólares por kilo.
Las personas vinculadas al tráfico de esta especie fueron detenidas en un puesto de control a cargo de personal de la Sedena, ubicado en la carretera Puertecitos-San Felipe, en Ensenada, Baja California.
El personal militar solicitó el alto a los tripulantes de un vehículo por carecer de placas de circulación, para proceder a un protocolo de revisión, detectando ejemplares de escama.
Ante esta situación los elementos del Ejército mexicano continuaron con una inspección al interior del vehículo, localizando una bolsa de plástico bajo el asiento del conductor.
La tototaba es una especie endémica de México, en veda permanente y enlistada con categoría de peligro de extinción, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
Al revisar el contenido de la bolsa se detectaron las tres piezas de la especie de totoaba, que está en condiciones de protegida, por lo que se procedió a la detención inmediata de los dos tripulantes.
Los elementos del puesto de control militar solicitaron el apoyo técnico del personal de la delegación de la Profepa en Baja California, con el objetivo de corroboraran identificación de las especies, así como para requerir la documentación específica para acreditar su legal procedencia.
Los inspectores de la Profepa, integrantes del Programa Integral para la Atención del Alto Golfo de California, confirmaron que en vehículo se transportaban 60 ejemplares de curvina aleta amarilla, así como tres vejigas natatorias o buches de totoaba macdonaldi.
Las dos personas detenidas, quienes manifestaron su intención de vender las especies, el vehículo, así como el producto asegurado fueron puestos a disposición del Agente del Ministerio Público de la Federación en Mexicali, Baja California.
Se inició la carpeta de investigación por la posible comisión del delito de posesión y tráfico con fines comerciales de ejemplares y partes de vida silvestre en peligro de extinción.
Fuente: Excélsior