Las autoridades italianas aumentaron la seguridad para el fin de semana largo de Navidad en todo el país y en el Vaticano tras la muerte del tunecino Anis Amri, abatido por la policía y presunto autor del ataque a una feria navideña en Berlín de esta semana.
El sospechoso murió el viernes cuando sacó un arma durante un control de rutina en la provincia de Milán.
Amri habría sido el conductor de un camión que arrolló el lunes a una multitud en un mercado navideño en Berlín, donde fallecieron 12 personas y casi 50 resultaron heridas.
Las autoridades de Roma prohibieron el ingreso al centro de la ciudad de camiones o furgonetas, mientras que la policía antiterrorismo instaló barreras en las rutas de acceso a sitios turísticos o áreas donde se reúnen grandes multitudes.
En el Vaticano, donde el papa Francisco celebrará Misa de Nochebuena en la Basílica de San Pedro el sábado por la noche, vehículos policiales y jeeps militares se ubicaban cada 100 metros en las calles adyacentes.
También se incrementó la seguridad en el centro de Milán y en otras ciudades de Italia, en particular en las grandes iglesias que tendrán servicios navideños.
La policía investiga si Amri buscaba refugio en Italia o si se dirigía a otro país.
Sesto San Giovanni, la ciudad donde murió, alberga a una gran población musulmana y es punto de partida de autobuses al sur de Italia, el este de Europa y los Balcanes.
Además, en Francia, donde más de 230 personas murieron en los dos últimos años en ataques realizados por militantes islamistas, se desplegaron 91 mil agentes y soldados para reforzar la seguridad, con medidas adicionales en las iglesias.
Excelsior