El tamarindo es un árbol no nativo de América perteneciente a la familia de las leguminosas. Su fruto, ácido cuando es joven, tiene un sabor que es característico y muy diferente a cualquier otro fruto de su familia.
Es altamente utilizado y muy popular en las culturas Asiáticas y Latinoamericanas tanto en la industria alimentaria y por sus propiedades medicinales.
En México lo podemos encontrar en bebidas con o sin alcohol como el ponche o el tepache, postres, aperitivos, como parte de condimentos o salsas (como la inglesa o la agridulce), y también en forma de pastas de tamarindo, que además de ser un procedimiento muy eficiente para la conservación de la pulpa es utilizada para la creación de dulces típicos ya sea con azúcar o con chile.
La vaina del tamarindo es rica en vitamina B1, B3, Hierro, Magnesio, Fosforo, vitamina C y fibra. Todos ellos muy importantes para mantener en buen estado al sistema nervioso, muscular y digestivo.
Tiene propiedades como laxante y un buen auxiliar para disminuir la fiebre, es auxiliar para mejorar de la presión sanguínea, así como en los niveles de colesterol. Su corteza y hojas se utilizan para curar heridas o quemaduras, también son excelentes contra las inflamaciones y dolores articulares.
Debes saber que 25g de tamarindo contienen 68 calorías, pero es un fruto de alto índice glucémico así que debes consumirlo con moderación.
Fuente: Eme de mujer
