Si no la conociéramos tanto no pensaríamos que Natalie Portman es Jacqueline Kennedy. El parecido en el cine es asombroso. La postura y el modo en que camina es igual: hasta la forma de hablar es idéntica.
Jackie es una película que sigue los pasos en la Casa Blanca de la exprimera dama después del asesinato del Presidente de Estados Unidos. Ni siquiera tuvieron que agregarle el apellido al título del filme, que cuenta con la mirada del director chileno Pablo Larraín y un increíble parecido con la protagonista.
Hasta Larraín dijo a su paso en el Festival de Cine de Toronto, donde se presentó el filme, que “el debate lo ponen ustedes, yo sólo me dedico al cine”.
Contando la vida de la familia Kennedy una semana después de su asesinato, la cinta ilustra la verdadera entrevista que tuvo con Jacqueline Kennedy el periodista Theodore H. White, de la revista Life.
“No podría comparar su fama conmigo”, dice Portman sobre Jackie Kennedy, “pero entiendo la idea de querer separar la vida pública y la vida personal, porque en mi caso yo sólo pretendo compartir mi trabajo, pero me asusta pensar que el público vaya a compararme o no crea que pueda aparecer como ella, por tener una idea demasiado específica entre quien soy yo y quien es Jackie Kennedy”.
El guión original estaba listo desde 2010 y Jackie en un principio incluso iba a tener a Rachel Weisz como protagonista, dirigida por Darren Aronofsky, con el que Portman ganó el Oscar por El cisne negro (Black Swan). Y cuando Aronofsky decidió conservar el puesto de productor, cedió el mando de dirección a Larraín.
Al hablar sobre la también editora de libros, Portman explicó que ella “la veía en una forma muy superficial. Admiraba la forma en que se vestía, el peinado, sólo la había visto por fuera. Ahora aprecio a la mujer inteligente, fuerte y compleja que era. Sólo me queda esperar que el público pueda conectarse de la misma forma con un tema tan fascinante como su historia”, explicó la actriz.
Al hablar de cómo trabajó este papel, Portman aclaró que cada rol es diferente.
“Yo siempre trato de encontrar una buena combinación entre la investigación y mi imaginación”.
Pero, ¿qué tanta imaginación le agregó a la investigación para Jackie?, se le cuestionó. “Hay muchísimo material sobre ella, aunque también hay bastante que se perdió de su vida, porque también lo editaron… a propósito. Por eso necesité imaginarla después de encontrar algún video y también trabajé con un especialista en dialectos para adoptar el acento de ella y su voz, que me pareció eternamente interesante.
“Cuando ves sus entrevistas y después escuchas las grabaciones donde habla en privado con sus amigos es una voz completamente diferente, y tiene un sentido del humor también totalmente distinto; y esos pequeños detalles son los que me ayudaron a encontrar diferentes aspectos de Jacqueline Kennedy”, explicó la actriz de origen israelí.
Al hablar de la visión del director, comentó que siempre estuvo de acuerdo en lo que Larraín quería.
“Confié en él lo suficiente como para intentarlo, llevándome hasta lugares mucho más interesantes de los que hubiera conseguido yo sola.
“Me sentí también muy libre. Y hubo una colaboración mutua. Es la belleza del cine, donde un grupo de gente creativa se reúne para generar algo completamente único. Realmente el trabajo fue una combinación entre Pablo (Larraín) y yo. Era evidente lo que él quería, pero al mismo tiempo me dio la suficiente libertad, como buen líder, abriendo siempre las puertas para mostrar lo que yo también tenía para dar.”
Sobre en qué parte de la personalidad de Jacqueline Kennedy se concentró para el filme que ya se estrenó en EU, Portman dijo que ella quería mostrar la determinación de contar su propia historia.
“Jackie quería ser la autora de su historia y la de su esposo. También creo que ella sabía muy bien como dividir su imagen en privado, y lo que la gente quería percibir de ella, quien realmente era y quien realmente quería ser. Esas dos personalidades son las que también reflejan las diferentes imágenes que muestra la película”.
La protagonista de Thor reconoció que sí sintió presión al realizar este filme.
“Estaba absolutamente aterrorizada y también pensé que no había sido la mejor idea aceptar la película, porque era muy fácil fracasar. Pero también me gusta lo que me da miedo y siempre termino trabajando en todo lo que me da más pánico. No sé, hay gente que trata de convertirme en perfeccionista o piensan que me gusta que todo salga perfecto, pero pienso que también me siento cómoda con el fracaso. No tengo problemas en hacer algo mal, aunque no lo haga intencionalmente. Siempre trato de hacer un buen trabajo, pero si algo no funciona sigo adelante con el paso siguiente”.
¿Sintió responsabilidad al tratar de desmitificar a Jackie Kennedy?, se le cuestionó. “Por supuesto tuve la responsabilidad de honrar a una persona real por los hechos reales de su vida, pero como dice la película hay ciertos hechos que no siempre son hechos, y la verdad es que sólo es una versión. Y hay tantas…
“Lo mejor que vi en toda la investigación y en sus entrevistas es que Jackie se editaba y dejó muchos espacios vacíos que ella misma borró, dejando abierta la imaginación en aquellos arrepentimientos que no quería que fueran públicos. ¿Qué es lo que no quiso mostrar como la persona pública que ella misma había creado? Yo sólo pude usar mi imaginación para presentarla como una pieza de ficción. Nadie debería tomar este filme como un libro de historia. Es la imaginación de una persona que respetamos como un ser humano complejo”, concluyó.